/ miércoles 20 de marzo de 2024

Es tiempo de mujeres

De acuerdo a las últimas encuestas, todos apunta a que tendremos por primera vez en la historia de nuestro país a una presidenta, lo cual implica un cambio de paradigma en la concepción cultural de nuestro país y un voto de confianza para el trabajo que hemos hecho las mujeres en lo político en lo social y en lo económico, en los últimos años, lo que nos posiciona como una realidad en la lucha por la igualdad sustantiva, teniendo la claridad de que queda mucho por hacer.

Queda claro a varias décadas de distancia que, a raíz de que nos abrieron las puertas para ocupar cargos de elección popular y como funcionarias públicas de alto nivel, se ha demostrado que los niveles de corrupción disminuyen, que la efectividad aumenta y que existe una visión más humana en la administración pública, lo cual repercute, además, en las comunidades en donde nos desarrollamos, porque varias estadísticas demuestran que cuando las mujeres producen, la derrama no se queda sólo en su familia, sino que se extiende a sus comunidades y entidades.

Tenemos claridad que, en efecto, este proceso electoral tendrá que ser de propuestas en donde sean las mujeres no solamente el centro de la discusión, sino la punta de lanza para generar, ahora sí, un gobierno más cercano a la gente, que piense en el futuro y arregle el presente en las manos de personas que saben cómo funciona la desigualdad y lo que es remar contra corriente.

Desde nuestra posición de mujeres,. de una desigualdad estructural durante muchos años, ahora podemos posicionar temas de relevancia y resolver problemas que durante décadas han estado presentes en nuestra sociedad y que por una u otra cosa no han sido focalizados con nuestra perspectiva y nuestras soluciones. No cabe duda que es tiempo de mujeres y que ocupamos no por género sino por capacidad probada.

En el fondo, no importa quién gane, porque será una decisión de los mexicanos apoyar completamente la propuesta más completa y que satisfaga el proyecto de nación que tenga en mente cada quien de acuerdo a su postura; lo que es cierto, es que se debe tener claridad en que por primera vez las mujeres hemos demostrado nuestra capacidad de liderazgo y nuestra independencia para tomar decisiones, lo que propició que en dos de las tres opciones políticas que existen en la contienda por la Presidencia de la República se haya tomado la decisión, ya sea desde las bases del partido y también en el impulso de las organizaciones de la sociedad civil, un voto de confianza para las mujeres.

Es momento de construir una nueva etapa en el país, y para eso requerimos que todos y todos participemos de la misma manera, haciendo énfasis en que no se van a lograr resultados si no estamos todas y todos comprometidos a la hora de resolver los problemas más. importantes de nuestro querido México, respaldando a la mujer que tome las riendas del país y creyendo en que podemos fortalecer al pueblo de México con una idea fresca e incluyente.


De acuerdo a las últimas encuestas, todos apunta a que tendremos por primera vez en la historia de nuestro país a una presidenta, lo cual implica un cambio de paradigma en la concepción cultural de nuestro país y un voto de confianza para el trabajo que hemos hecho las mujeres en lo político en lo social y en lo económico, en los últimos años, lo que nos posiciona como una realidad en la lucha por la igualdad sustantiva, teniendo la claridad de que queda mucho por hacer.

Queda claro a varias décadas de distancia que, a raíz de que nos abrieron las puertas para ocupar cargos de elección popular y como funcionarias públicas de alto nivel, se ha demostrado que los niveles de corrupción disminuyen, que la efectividad aumenta y que existe una visión más humana en la administración pública, lo cual repercute, además, en las comunidades en donde nos desarrollamos, porque varias estadísticas demuestran que cuando las mujeres producen, la derrama no se queda sólo en su familia, sino que se extiende a sus comunidades y entidades.

Tenemos claridad que, en efecto, este proceso electoral tendrá que ser de propuestas en donde sean las mujeres no solamente el centro de la discusión, sino la punta de lanza para generar, ahora sí, un gobierno más cercano a la gente, que piense en el futuro y arregle el presente en las manos de personas que saben cómo funciona la desigualdad y lo que es remar contra corriente.

Desde nuestra posición de mujeres,. de una desigualdad estructural durante muchos años, ahora podemos posicionar temas de relevancia y resolver problemas que durante décadas han estado presentes en nuestra sociedad y que por una u otra cosa no han sido focalizados con nuestra perspectiva y nuestras soluciones. No cabe duda que es tiempo de mujeres y que ocupamos no por género sino por capacidad probada.

En el fondo, no importa quién gane, porque será una decisión de los mexicanos apoyar completamente la propuesta más completa y que satisfaga el proyecto de nación que tenga en mente cada quien de acuerdo a su postura; lo que es cierto, es que se debe tener claridad en que por primera vez las mujeres hemos demostrado nuestra capacidad de liderazgo y nuestra independencia para tomar decisiones, lo que propició que en dos de las tres opciones políticas que existen en la contienda por la Presidencia de la República se haya tomado la decisión, ya sea desde las bases del partido y también en el impulso de las organizaciones de la sociedad civil, un voto de confianza para las mujeres.

Es momento de construir una nueva etapa en el país, y para eso requerimos que todos y todos participemos de la misma manera, haciendo énfasis en que no se van a lograr resultados si no estamos todas y todos comprometidos a la hora de resolver los problemas más. importantes de nuestro querido México, respaldando a la mujer que tome las riendas del país y creyendo en que podemos fortalecer al pueblo de México con una idea fresca e incluyente.