El día de mañana en el Senado de la República tendré el honor de organizar el Foro “Potencial de la Infraestructura Verde, retos para transitar a un manejo sustentable de los recursos hídricos en México”, en donde juntaremos visiones expertas y académicos que han analizado, estudiado e implementado acciones muy concretas para dar un respiro a nuestro planeta del grave estrés que le provocamos con la urbanización y la creación de infraestructura que no siempre atiende a las necesidades de nuestro ecosistema generando un desequilibrio de tal magnitud que vemos la transformación de fenómenos naturales cada vez más complejos y crudos que arrasan ante el trastorno que sufren las condiciones naturales que habíamos vivido hace 20 o 30 años.
La infraestructura verde de acuerdo a lo señalado por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, es lo que entendemos “como los sistemas naturales o seminaturales que proveen servicios útiles para la gestión de los recursos hídricos con beneficios equivalentes o similares a los de la infraestructura hídrica gris, que es la convencional o construida”.
Si nosotros no nos enfocamos en la necesidad de crear este tipo de infraestructura, no sólo en las grandes urbes, sino en áreas naturales de muchas zonas a las que no ha llegado absolutamente la urbanización pero con un mínimo cambio resienten su desarrollo natural. Es decir, aquellas zonas en que se requiere construir una presa, un puente o caminos para poder hacer llegar los servicios a comunidades alejadas.
Y entendamos que, desde luego, hablamos de una necesidad de construir porque el desarrollo no se detiene e implica un beneficio para quienes no tienen acceso a servicios mínimos, de tal manera que no se puede obviar su importancia y, al mismo tiempo, los programas de infraestructura y desarrollo requieren ser manejados de forma minuciosa para que, a la vez que se realizan las grandes obras de infraestructura, se haga un análisis de los cambios que puede sufrir la región.
Buena parte de esta infraestructura verde recala en el aspecto hídrico, es decir, se busca crear obras que no sólo sean amables con ecosistemas que nos proveen el vital líquido como los humedales sino que, además, necesitamos obras para poder captar la mayor cantidad de agua de lluvia, del deshielo de las montañas y algunas otras maneras de dotar equilibrio ecosistémico que permiten que los recursos fluyan de la mejor forma y calidad posible.
Este tipo de foros surgen de iniciativas derivadas de la observación de regiones de nuestro país que destacan por su vastedad natural. Como Senadora del Estado de Hidalgo y como consecuencias de las constantes visitas que hago a diversas regiones de mi tierra, podemos observar el enorme potencial que se tiene en la formulación de infraestructura noble que, además permita captar recursos hídricos no sólo para la zona de donde surgen, sino a otras regiones del estado y del país mismo.
Necesitamos fortalecer los organismos de agua para que se conviertan en el acompañante natural de las áreas encargadas de obra e infraestructura a fin de que cada paso que se dé para mejorar al país, vaya acompañado de una iniciativa o acción decidida para crear infraestructura verde, ya que, en poco tiempo, el estrés hídrico que sufriremos, principalmente en los grandes centros urbanos, será insostenible.
Hoy, con las obras construidas se fomenta el desarrollo y un profundo respeto a la naturaleza con compromisos de aumentar el volumen de áreas verdes en aquellas zonas que dan paso a caminos, puentes, presas y otras obras en contraposición de aquellas que siguen manteniéndose casi intactas y que también podemos aumentar el beneficio social y el equilibrio ecológico a fin de seguirnos posicionando como uno de los países con mayor biodiversidad.
