La Huasteca hidalguense, además de ser una región cubierta de sitios para postales naturales, cuenta con una rica gastronomía, entre la que brilla el zacahuil, una especie de tamal que llega a medir hasta cinco metros, que se prepara con maíz martajado, carne de cerdo, pollo o guajolote, salsa de chiles y especias de la región huasteca.
Su proceso de elaboración es un arte, ya que la masa que se prepara con manteca de cerdo y una variedad de chiles y condimentos, se coloca en hojas de papatla o plátano para después colocar pedazos de carne de cerdo, pollo o res.
El envuelto se sujeta con metate, y alambre, así como hojas de aluminio para su mejor cocción, y se coloca en el horno de piedra, también conocido como texcal, durante siete a 10 horas, tiempo suficiente para lograr el objetivo de un sabor y textura única. Además una ves servido al centro se colocan chiles en vinagre para complementar sabores y que se enchile quien se quiera enchilar.
De igual forma no puede faltar un café de la región para pasarse el bocado, o, depende de la hora, una agua de jobo, lima o un refresco de sabor hierro de conocida marca en la región para complementar.
Este platillo es de origen prehispánico que forma parte de la gama de sabores que preparan los habitantes de la región para celebrar eventos especiales como el carnaval y, por supuesto, el Xantolo, la fiesta para recibir a los fieles difuntos.
También es un alimento que se prepara para festejar bodas, fiestas religiosas, XV años y bautismos, por lo que es un alimento popular y muy solicitado, lo que se aprovecha por muchas personas para venderlo en los mercados en porciones individuales, ya que, por el gran tamaño que tiene, alcanza a alimentar entre 50 a 100 personas, dependiendo del tamaño de este envuelto.
El zacahuil es considerado como un regalo de la huasteca que se compone por otros estados como San Luis Potosí y Veracruz, por supuesto, Hidalgo, siendo una receta similar en las tres entidades la que se ocupa para su preparación.
Esta región del estado guarda recetas únicas e inigualables que atraen a cientos de turistas que gustan conocer el sabor de Hidalgo, de las recetas hechas por manos hidalguenses.