Cuando era niño, Arturo Gallegos prefería leer las notas sobre el valor nutricional de las cajas de cereal, que armar el rompecabezas de la parte de atrás. Así se dio cuenta de su gusto por la química. Pero, mala cosa, pronto descubrió que no le gustaba la Física. Sin embargo, al seguir estudiando, descubrió que ambas están relacionadas y le fue más fácil entender la segunda, apoyado en su gusto por la primera.
A partir de su propia experiencia, cuando recibió el encargo de hacer un libro científico para niños, la tuvo fácil. El autor reconoce que “en diferentes niveles académicos, siempre va a haber una materia que nada más no podemos con ella, pero luego hay otras que realmente nos interesan y la misión de este libro es hacerles ver a los niños que la que no les cae bien está relacionada con la que sí les cae bien y así será más fácil que la entiendan”. Entonces, nació La familia Ciencia.
Cuando las hermanas de esta familia juegan entre ellas, crean otras ramas de conocimiento. Su árbol genealógico parte de la matriarca, que es la Ciencia, la abuelita se llama Matemáticas, la hija mayor Astronomía, sus hermanas Geología y Biología, y las pequeñas gemelas Física y Química.
Jugando entre ellas y con algunas figuras de acción y científicos como Isaac Newton, las hermanas de La familia Ciencia ayudarán a los niños a partir de siete años a entender mejor el universo y todas las cosas que son parte de él.
El también editor de Algarabía Niños, cuenta en entrevista cómo es que si el conocimiento se pone al alcance de los niños de forma atractiva, lo reciben con agrado, “a pesar de la mala reputación de la ciencia en general, de que es difícil o aburrida”.
El libro invita a aventurarse en este conocimiento, de la mano de una familia especial. La Ciencia es como la abuelita y Matemáticas, la mamá, te lo explicará todo, con ayuda de sus hijas. Por ahí aparece también la tía Lógica, y otras ciencias que tienen mucho que contarte.
Porque la ciencia no es una cosa alejada o extraña, como explica el químico. “Todo el tiempo la usamos aunque no estemos especializados. Por ejemplo a varias personas les gusta cocinar y de alguna manera, tienen las bases mínimas de Química, para saber cómo mezclar ingredientes”.
No tienes que ser un astrónomo para ver la diferencia entre una estrella y un planeta, si usas un telescopio, agrega el autor. “Así pasa con la Física, la Biología, todas las ciencias las aplicamos en la vida diaria. El libro nada más se pone las ciencias naturales pero las ciencias humanísticas y sociales también se relacionan con éstas, estaría padre hacer la otra Familia Ciencia”.
También los especialistas utilizan varias disciplinas, pues no hay científicos puros, conluye. “Por ejemplo, a Isaac Newton lo puse en Física por aquello de la Ley de la gravedad, pero también fue un gran astrónomo, matemático, astrofísico, es un ejemplo para decirles a los niños que aunque se vayan a especializar en Química, pueden ir por ejemplo, a Bioquímica, es ahí donde entra este juego de hermanas, para crear las ciencias combinadas como la Astrofísica, que surgen de la relación familiar entre todas”.
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