/ sábado 21 de octubre de 2023

Tercera ola feminismo, el mundo contemporáneo

En la década de los 70s, la información en todos los terrenos era más rápida, directa y con menos filtros que en años anteriores.

Esto permitió charlas, encuentros, debates, conversatorios y por supuesto; críticas de personas que continuaban viviendo dentro del estereotipo machista.

Una de las palabras más escuchadas era “liberación”. Esto desde luego no significaba que las mujeres vieran como enemigos a los hombres, era un grito de igualdad. Era concluir con la “paternidad protectora” que miraba a la mujer como un ser desamparado y al cual había que cuidar y que casi siempre, ese cuidado, termina en mayor explotación y abusos.

Décadas más adelante el movimiento feminista tomó más intensidad y ya no era solamente una frase.

Escuchar; libertad femenina, era ya una serie de conceptos y puntos clave que se encaminaban hacia la igualdad y el libre ejercicio de los derechos.

La tercera ola del feminismo se caracterizó por reconocer y abordar las experiencias de mujeres de diferentes razas, etnias, orientaciones sexuales e identidades de género.

Esta ola ha colocado un énfasis particular en contra de la violencia contra las mujeres, incluyendo la violencia doméstica, el acoso sexual, el tráfico humano y otros tipos de violencia basada en el género. La violencia no es normal.

De igual modo la tercera ola del feminismo enfatiza la importancia de la autonomía y el empoderamiento individual de las mujeres fomentando la confianza en sí mismas, ejerciendo la toma de decisiones informadas y el respeto por las elecciones individuales de cada mujer.

Asimismo esta tercera ola introdujo nuevas vías de lucha, por ejemplo contra los estereotipos femeninos en la comunicación, el arte y la publicidad, y se exigió de forma explícita la abolición del patriarcado: el destino era ir más allá de reivindicaciones concretas al derecho al voto o la educación para intentar desmontar toda una estructura social desigual.

En los años ochenta del siglo XX, con la entrada en esta ola de los feminismos decoloniales, que introdujeron nociones de raza, religión o etnia.

Las feministas de esta ola han utilizado las redes sociales y otras plataformas digitales para difundir su mensaje, organizar movimientos y generar conciencia sobre temas relacionados con la igualdad de género. Las mujeres, de forma individual y a través de sus propias acciones, son capaces de conseguir y mantener su igualdad.

La tercera ola de feminismo comenzó en la década de 1990 y continúa hasta hoy.


En la década de los 70s, la información en todos los terrenos era más rápida, directa y con menos filtros que en años anteriores.

Esto permitió charlas, encuentros, debates, conversatorios y por supuesto; críticas de personas que continuaban viviendo dentro del estereotipo machista.

Una de las palabras más escuchadas era “liberación”. Esto desde luego no significaba que las mujeres vieran como enemigos a los hombres, era un grito de igualdad. Era concluir con la “paternidad protectora” que miraba a la mujer como un ser desamparado y al cual había que cuidar y que casi siempre, ese cuidado, termina en mayor explotación y abusos.

Décadas más adelante el movimiento feminista tomó más intensidad y ya no era solamente una frase.

Escuchar; libertad femenina, era ya una serie de conceptos y puntos clave que se encaminaban hacia la igualdad y el libre ejercicio de los derechos.

La tercera ola del feminismo se caracterizó por reconocer y abordar las experiencias de mujeres de diferentes razas, etnias, orientaciones sexuales e identidades de género.

Esta ola ha colocado un énfasis particular en contra de la violencia contra las mujeres, incluyendo la violencia doméstica, el acoso sexual, el tráfico humano y otros tipos de violencia basada en el género. La violencia no es normal.

De igual modo la tercera ola del feminismo enfatiza la importancia de la autonomía y el empoderamiento individual de las mujeres fomentando la confianza en sí mismas, ejerciendo la toma de decisiones informadas y el respeto por las elecciones individuales de cada mujer.

Asimismo esta tercera ola introdujo nuevas vías de lucha, por ejemplo contra los estereotipos femeninos en la comunicación, el arte y la publicidad, y se exigió de forma explícita la abolición del patriarcado: el destino era ir más allá de reivindicaciones concretas al derecho al voto o la educación para intentar desmontar toda una estructura social desigual.

En los años ochenta del siglo XX, con la entrada en esta ola de los feminismos decoloniales, que introdujeron nociones de raza, religión o etnia.

Las feministas de esta ola han utilizado las redes sociales y otras plataformas digitales para difundir su mensaje, organizar movimientos y generar conciencia sobre temas relacionados con la igualdad de género. Las mujeres, de forma individual y a través de sus propias acciones, son capaces de conseguir y mantener su igualdad.

La tercera ola de feminismo comenzó en la década de 1990 y continúa hasta hoy.