/ miércoles 18 de octubre de 2023

Legislar con enfoque intercultural … falta tanto por hacer. 

El legislar como tarea preponderante de quienes somos representantes del pueblo y tenemos la facultad de hacer cambios o reformas, proponer nuevas leyes, eliminar o derogar las existentes, exige integrar enfoques que enriquezcan el trabajo legislativo y sobre todo garanticen el ejercicio pleno de derechos, en incumplimiento a lo que mandata la Constitución y con ello a los tratados internacionales en materia de Derechos Humanos que México forma parte. Asimismo, también representa una obligación realizar productos legislativos acordes a las necesidades sociales y a las realidades existentes en nuestro país y en nuestro Estado de Hidalgo.

Legislar con un enfoque intercultural representa el respeto y el reconocimiento a las diferencias culturales, sabiendo que existe una relación recíproca entre los diferentes colectivos y por lo tanto, representa una oportunidad de generar un espacio común de reconocimiento a la diversidad cultural para generar leyes inclusivas y no discriminatorias.

Nuestro país y el Estado de Hidalgo se caracterizan por tener un importante número de pueblos indígenas y de pueblos afromexicanos, el enfoque intercultural representa la oportunidad de incorporar esta diversidad a través de su reconocimiento y valorar que todas las personas son sujetas de derecho, que el Estado debe garantizarles su ejercicio pleno a través de las normas internas (propias nuestro país) y en apego a los tratados internacionales.

Un paso importante es el reconocimiento, como se ha hecho en la Constitución General de la República y la del Estado de Hidalgo, a la pluralidad cultural y étnica, a partir de ahí todas las leyes que se desprenden y las políticas públicas, deberán adoptar los instrumentos internacionales sobre diversidad cultural para dar tránsito a instituciones que se conviertan en gestoras de la diversidad cultural, teniendo en consideración la variable étnica, que consideren un enfoque de derechos que amplíe las libertades y promuevan el acceso y la progresividad de los derechos humanos. Es relevante que también incluyan un enfoque de género, donde se reconozcan las desigualdades que históricamente han padecido las mujeres por la imposición de una visión patriarcal; ante esto se requieren acciones afirmativas como aquellas medidas temporales dirigidas a remediar cualquier situación que vive una persona o grupo, a efecto de que pueda alcanzar una igualdad efectiva.

El enfoque intercultural analiza las relaciones entre los grupos culturales, considerando la distribución del poder en la toma de decisiones sobre sus prioridades de desarrollo y bienestar; analizando el nivel de reconocimiento de sus diferencias culturales, sin que sea motivo de discriminación o de exclusión.

El enfoque intercultural busca identificar relaciones simétricas de poder para la toma de decisiones; así como todos aquellos comportamientos por los cuales no se reconoce el valor de la cultura diferente; busca identificar, para poder corregir, las causas en los diferentes sistemas políticos, sociales y económicos que explican y justifican la situación de discriminación o desventaja.

Durante muchas décadas nuestro país se caracterizó por una política tendente a homogeneizar todo entorno a una sola visión e identidad de lo que es México; esto tuvo como consecuencia desvalorizar, excluir y marginar la riqueza cultural y étnica de los pueblos indígenas y afromexicanos; un paso que tenemos que dar, es legislar y formular políticas públicas desde el enfoque de la interculturalidad para que consideren la importancia de la pertinencia cultural, es decir: el derecho a la diferencia y que las leyes y políticas logren un proceso de adaptación, coincidencia y coherencia con el reconocimiento a la diversidad lingüística, cultural; a la cosmovisión y concepciones de desarrollo y bienestar; así como a las características socioeconómicas, geográficas y ambientales de los pueblos indígenas y afromexicanos.

Por lo tanto, el enfoque intercultural representa una oportunidad de aprendizaje, diálogo e intercambio; bajo una visión de respeto mutuo, igualdad y ante todo el reconocimiento del otro, de sus capacidades y derechos, tanto de las personas como de las comunidades, que nos permitan una revaloración y reafirmación de la identidad de cada pueblo.

Por lo antes expuesto he suscrito que todavía nos falta por hacer, porque implica una armonización en el diseño, la planeación, la operación y la ejecución de todas las acciones del gobierno, para que contemplen la perspectiva de los derechos colectivos de pueblos indígenas y afromexicanos, y con ello tengan un acceso igualitario y disfrute de todos los derechos humanos.

“… La transformación exige de grandes objetivos que sólo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.


El legislar como tarea preponderante de quienes somos representantes del pueblo y tenemos la facultad de hacer cambios o reformas, proponer nuevas leyes, eliminar o derogar las existentes, exige integrar enfoques que enriquezcan el trabajo legislativo y sobre todo garanticen el ejercicio pleno de derechos, en incumplimiento a lo que mandata la Constitución y con ello a los tratados internacionales en materia de Derechos Humanos que México forma parte. Asimismo, también representa una obligación realizar productos legislativos acordes a las necesidades sociales y a las realidades existentes en nuestro país y en nuestro Estado de Hidalgo.

Legislar con un enfoque intercultural representa el respeto y el reconocimiento a las diferencias culturales, sabiendo que existe una relación recíproca entre los diferentes colectivos y por lo tanto, representa una oportunidad de generar un espacio común de reconocimiento a la diversidad cultural para generar leyes inclusivas y no discriminatorias.

Nuestro país y el Estado de Hidalgo se caracterizan por tener un importante número de pueblos indígenas y de pueblos afromexicanos, el enfoque intercultural representa la oportunidad de incorporar esta diversidad a través de su reconocimiento y valorar que todas las personas son sujetas de derecho, que el Estado debe garantizarles su ejercicio pleno a través de las normas internas (propias nuestro país) y en apego a los tratados internacionales.

Un paso importante es el reconocimiento, como se ha hecho en la Constitución General de la República y la del Estado de Hidalgo, a la pluralidad cultural y étnica, a partir de ahí todas las leyes que se desprenden y las políticas públicas, deberán adoptar los instrumentos internacionales sobre diversidad cultural para dar tránsito a instituciones que se conviertan en gestoras de la diversidad cultural, teniendo en consideración la variable étnica, que consideren un enfoque de derechos que amplíe las libertades y promuevan el acceso y la progresividad de los derechos humanos. Es relevante que también incluyan un enfoque de género, donde se reconozcan las desigualdades que históricamente han padecido las mujeres por la imposición de una visión patriarcal; ante esto se requieren acciones afirmativas como aquellas medidas temporales dirigidas a remediar cualquier situación que vive una persona o grupo, a efecto de que pueda alcanzar una igualdad efectiva.

El enfoque intercultural analiza las relaciones entre los grupos culturales, considerando la distribución del poder en la toma de decisiones sobre sus prioridades de desarrollo y bienestar; analizando el nivel de reconocimiento de sus diferencias culturales, sin que sea motivo de discriminación o de exclusión.

El enfoque intercultural busca identificar relaciones simétricas de poder para la toma de decisiones; así como todos aquellos comportamientos por los cuales no se reconoce el valor de la cultura diferente; busca identificar, para poder corregir, las causas en los diferentes sistemas políticos, sociales y económicos que explican y justifican la situación de discriminación o desventaja.

Durante muchas décadas nuestro país se caracterizó por una política tendente a homogeneizar todo entorno a una sola visión e identidad de lo que es México; esto tuvo como consecuencia desvalorizar, excluir y marginar la riqueza cultural y étnica de los pueblos indígenas y afromexicanos; un paso que tenemos que dar, es legislar y formular políticas públicas desde el enfoque de la interculturalidad para que consideren la importancia de la pertinencia cultural, es decir: el derecho a la diferencia y que las leyes y políticas logren un proceso de adaptación, coincidencia y coherencia con el reconocimiento a la diversidad lingüística, cultural; a la cosmovisión y concepciones de desarrollo y bienestar; así como a las características socioeconómicas, geográficas y ambientales de los pueblos indígenas y afromexicanos.

Por lo tanto, el enfoque intercultural representa una oportunidad de aprendizaje, diálogo e intercambio; bajo una visión de respeto mutuo, igualdad y ante todo el reconocimiento del otro, de sus capacidades y derechos, tanto de las personas como de las comunidades, que nos permitan una revaloración y reafirmación de la identidad de cada pueblo.

Por lo antes expuesto he suscrito que todavía nos falta por hacer, porque implica una armonización en el diseño, la planeación, la operación y la ejecución de todas las acciones del gobierno, para que contemplen la perspectiva de los derechos colectivos de pueblos indígenas y afromexicanos, y con ello tengan un acceso igualitario y disfrute de todos los derechos humanos.

“… La transformación exige de grandes objetivos que sólo se cumplen mediante el esfuerzo, la disciplina cotidiana y la convicción de aportar por el bien común…” Osiris Leines.