Los escándalos de la UAEH no deben afectar a alumnos
Nuevamente la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) se sumerge en el mar del escándalo. Esta vez el presidente de su patronato está detenido.
Y al interior de esa casa de estudios surgen algunas voces que le muestran empatía y apoyo.
Ojalá que los dueños de esas voces y las autoridades universitarias, no confundan el camino de la defensa legal con la vía del chantaje político.
Y sobre todo, esperemos que no utilicen a los estudiantes para realizar movilizaciones en defensa del detenido y presunto responsable.
Si no es culpable, como sus cercanos insisten en señalar, bastará con seguir el cauce legal para demostrar que es inocente de lo que se le imputa.
Pero si por el contrario, los delitos son comprobables, entonces muy poco podrán hacer en su defensa. Recordemos que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) lleva muchos meses investigando el movimiento de los recursos congelados.
Ayer mismo se dio a conocer que no sólo se giró orden de aprehensión contra Gerardo N., sino también en contra de sus dos hijas y otras personas, algunas de las cuales ya están detenidas.
Todo indica que pronto se terminará el dominio de los Sosa en la UAEH, donde hoy Saúl Agustín Sosa Castelán es secretario general.
Una escuela en donde es secreto a voces que muchos trabajadores dicen que los obligan, por ejemplo, a pagar una suscripción a un diario que también controla Gerardo N.
La mejor universidad de Hidalgo, donde muchos de sus empleados se quejan de recibir malos tratos e incluso de no tener la oportunidad de evolucionar y crecer profesionalmente, porque hasta ahora sólo los privilegiados tienen derecho a ello.
Un centro de estudios en donde suelen convocar a los jóvenes alumnos a participar en movilizaciones que generalmente tienen un enfoque político.
Esperemos que en esta ocasión, en que la educación se imparte en forma virtual, no se invite a los estudiantes a manifestarse en las calles.
Quizá el gobierno federal logre en estos meses lo que no pudieron varios gobernadores: un relevo en la directiva de la Universidad Autónoma y evitar que siga siendo un botín político de una familia que hoy, por cierto, tiene a uno de ellos como aspirante a la alcaldía de Tulancingo, a Damián Sosa Castelán.
Y no sólo eso, sino que el hijo de Damián, es diputado local en funciones. Se trata de Salvador Sosa Arroyo, quien llegó al poder legislativo como suplente del diputado con licencia, Humberto Veras Godoy, uno de los hombres más cercanos a Gerardo.
Hoy, nos dicen, como nunca antes prevalecen el nerviosismo, la incertidumbre y hasta cierto punto el temor en la cúpula de la UAEH, ya que los malos manejos de los recursos podrían involucrar a muchos más.
Y a unos días de que inicien las campañas de los candidatos a las presidencias municipales, existe la posibilidad de que con un golpe de suerte los fundadores de Morena vean caer las piezas que Gerardo colocó sobre el tablero electoral de cara a la elección municipal y con ello recuperarían los espacios por los que hoy emprenden una lucha por la vía legal.