Cuando el gobierno del estado cancela la patente o autorización para ejercer la fe pública notarial, que puede deberse a que el titular de la Notaria Pública fallece por ejemplo, los archivos y procedimientos que estén en curso dentro del inmueble no están en riesgo de perderse, ya que existe un resguardo y continuidad para concluir los trámites, aseguró la presidenta del Colegio de Notarios de Hidalgo, Lidia Martínez.
Independiente de la causa por la cual se revoque el ejercicio de dichas funciones, “del Archivo General de Notarias nombrarán a un notario para que termine los asuntos y se encargará de llevar a cabo todos los trámites pendientes (del anterior) para que todas las personas que acudieron a esa Notaria les entreguen sus documentos”, precisó.
Ese fe datario es provisional, no se le adjudicara la patente revocada, apuntó la oriunda de Actopan, únicamente deberá culminar lo que se quedó en desarrollo, como una escritura o testamento o algún otro.
Cada persona que haya acudido a solicitar algún documento, no le será notificado individualmente que se cambio al titular de la Notaria, simplemente cuando se presente a seguir su proceso le informarán y seguirán, informó.
Tanto los libros, archivos y trámites en desarrollo, “no se van a perder ni se pierden, la Notaría sigue funcionando hasta en tanto se terminen todos los asuntos pendientes que dejó, porque cuando se revoca la patente o fallece el notario, se entregan todos los folios, el sello y el protocolo completo (los libros) al Archivo General de Notarias” es como se resguarda, detalló.
Desde el punto de vista de Lidia Martínez, es que no hacen falta más Notarias Públicas de las 96 existentes en Hidalgo, “lo que hace falta en todos lados es la cultura notarial”.