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El 2019, fue el año de la muerte, un año complicado, “el problema de las drogas y el huachicoleo, dejaron muchas rivalidades, esperamos que este 2020 sea mejor, y que se acaben los homicidios y suicidios”, dijo Monseñor Don Domingo Díaz Martínez, arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo.
Comentó que se debe seguir trabajando en la prevención de las adicciones, evitar que la gente consuma drogas.
“De por sí hay problemas con las bebidas embriagantes y cigarrillo, con las drogas se complica”, precisó el entrevistado,
Son muy dañinas a corto plazo, subrayó Don Domingo Díaz: “les decimos a los papás: háblenles a sus hijos, díganles la verdad del impacto tan negativo, refiéranles sobre los riesgos una vez que se inician tendrán problemas familiares y sociales comunitarios”
Incluso pueden llevar al suicidio, precisó Monseñor: “al igual que el estrés conlleva a quitarse la vida”
Anteriormente se pensaba que los suicidas no veían a Dios, sin embargo, así como ha evolucionado la medicina también la Teología.
“Ahora se les celebra la misa. No sabemos las causas, igual no fue voluntad de ellos, sino que alguien los orilló. Puede ser incluso por drogas. No sabemos”
Lamentó que se estén registrando suicidios en Tulancingo, se debe trabajar en la prevención.
Y privilegiar el diálogo familiar, para se conozcan qué está pasando al tomar esas fatídicas decisiones.
Como iglesia, subrayó el jerarca católico, llevan a cabo acciones preventivas a través de las pastorales.
Finalizó diciendo: “Hay que rezar por ellos, y porque el 2020 ya no se tiña de muerte. Que prevalezca la unión familiar, la fe y que ya no haya impunidad ni indiferencia”.
