Con frecuencia uno de los propósitos que vienen con el Año Nuevo es bajar de peso y aunque muchas personas intentan cambiar sus hábitos alimenticios algunos no lo logran y optan por hacer “dietas milagro” o recurrir a medicamentos que prometen ayudar a quienes los consumen a tener una figura más esbelta sin ejercicio y sin que su uso suponga un gran esfuerzo; sin embargo, una dieta que no es dictada por un especialista o el consumo de fármacos sin una aprobación médica pueden causar graves riesgos a la salud.
José Luis Navarrete, titular de la Instancia de Sanidad y Servicio Médico de Tepeapulco, señaló que, para muchas personas, Internet es uno de los grandes aliados cuando buscan información “rápida” sobre dietas o productos que “ayudan a bajar de peso”, otros, afirmó, siguen las recomendaciones de “influencers” o personajes de las redes sociales para seguir dietas o consumir productos que no siempre cuentan con el respaldo de un especialista.
“Infortunadamente hay quienes confían en todo lo que leen en Internet, lo que le funcionó a otro o en lo que dice una persona que cuenta con cierto grupo de seguidores, pero, lamentablemente, no siempre se trata de médicos, nutriólogos, dietistas o especialistas y en algunos casos, aunque ostenten estos estudios, lo cierto es que las recomendaciones son generales y no atienden a la individualidad que permite conocer la dieta idónea o los productos que podría o no consumir un paciente”.
El médico, aseguró que el tipo de alimentación que promueven o los productos que recomiendan muchas de las veces prometen grandes resultados en pocas semanas, o incluso días, en ciertos casos, dijo, restringen total o parcialmente alimentos o grupos de alimentos básicos como las legumbres, cereales o frutas y hortalizas, lo cual, dijo, no es saludable.
En otros casos, mencionó, se sugiere el uso de píldoras, gotas, malteadas, té u otros productos que tienen el objetivo de hacerse pasar por medicamentos e incluso, dice incluyen frases como “de venta en farmacias”, pero eso, aseguró, no es sinónimo de que la industria farmacéutica los reconozca o garantice y por el contrario suponen un grave riesgo para la salud por los ingredientes que contienen.
Finalmente, el médico, afirmó que no existe ningún producto que ponga fin a la obesidad, por lo que calificó tanto a las dietas por recomendación como a los “productos engaño” como un factor de riesgo para la ciudadanía y precisó que, siempre lo más recomendable será que los pacientes se acerquen a los centros de salud apropiados para mantener un peso adecuado, donde se recomendarán dietas especializadas de forma individualizada.