/ martes 9 de agosto de 2022

¿Debemos acostumbrarnos a las sequías?

Investigador de la UPFIM advierte sobre la situación ambiental que se vive

Este año es el más seco de los últimos 70 años, no hay lluvias y los cultivos de temporal, que en Hidalgo son más del 80% del territorio que se siembra, se han perdido, “hay que irse acostumbrando a la sequía porque el planeta se está calentando”.

Además, para saber si se puede sembrar o no, en Hidalgo hace falta una estación meteorológica con un especialista que aporte datos respecto a los pronósticos de precipitaciones pluviales y se necesita también, equipo para bombardear las nubes y provocar la lluvia, indicó el profesor e investigador de la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero (UPFIM), Filogonio Jesús Hernández Guzmán.

“Sí ha llovido, chubascos, pero los campesinos para cultivar después de preparar la tierra necesitan de 40 a 50 milímetros de precipitaciones pluviales y en lo que va del año no se ha alcanzado, no ha llovido esa cantidad”, resaltó.

Con una estación meteorológica que tenga un equipo moderno se tendrían datos de precipitaciones históricas recientes, “porque yo los busqué y no hay”, así podría saberse si es seguro se den las cosechas, esa infraestructura tecnológica la podría aportar la Conagua federal o local, opinó.

También dijo que el Ejército Mexicano puede proveer una aeronave y el gobierno estatal aportar el yoduro de plata para bombardear los nimbostratos (son nubes de agua, y en algunas ocasiones con cubierta superior de hielo, caracterizadas por capas uniformes generalmente gris oscura y diversos grados de opacidad, que cubren el sol totalmente) y provocar que llueva.

Afirmó que así lo practican en Arabia Saudita.

De igual forma, aseguró que “la sequía será parte de nuestra vida, mientas el planeta se está calentando (cambio climático)”, lo que significa que dos años habrá lluvia y otros dos no, especialmente en los valles, no así en la montaña donde sí llueve.

La parte norte del país es el claro ejemplo.

“Serán recurrentes las sequías y hay que afrontarlas con inteligencia”, por eso estimó la necesidad de una estación meteorológica y bombardeo de nubes, pues cultivos de temporal “no habrá”.

También te puede interesar: Sequía afectará más a personas sin recursos

Se está cumpliendo el efecto de la “Niña” que nos adelantaron en noviembre: “variaciones de temperatura y escasez de lluvia”.

Hay que considerar que en Hidalgo de la superficie cultivable, aproximadamente 264 mil hectáreas, el 17 por ciento son terrenos “muy buenos para sembrar” y otros pueden recibir agua de riego, según datos del gobierno estatal, y el resto son de temporal, alertó sobre lo que representa no tener lluvias.

Este año es el más seco de los últimos 70 años, no hay lluvias y los cultivos de temporal, que en Hidalgo son más del 80% del territorio que se siembra, se han perdido, “hay que irse acostumbrando a la sequía porque el planeta se está calentando”.

Además, para saber si se puede sembrar o no, en Hidalgo hace falta una estación meteorológica con un especialista que aporte datos respecto a los pronósticos de precipitaciones pluviales y se necesita también, equipo para bombardear las nubes y provocar la lluvia, indicó el profesor e investigador de la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero (UPFIM), Filogonio Jesús Hernández Guzmán.

“Sí ha llovido, chubascos, pero los campesinos para cultivar después de preparar la tierra necesitan de 40 a 50 milímetros de precipitaciones pluviales y en lo que va del año no se ha alcanzado, no ha llovido esa cantidad”, resaltó.

Con una estación meteorológica que tenga un equipo moderno se tendrían datos de precipitaciones históricas recientes, “porque yo los busqué y no hay”, así podría saberse si es seguro se den las cosechas, esa infraestructura tecnológica la podría aportar la Conagua federal o local, opinó.

También dijo que el Ejército Mexicano puede proveer una aeronave y el gobierno estatal aportar el yoduro de plata para bombardear los nimbostratos (son nubes de agua, y en algunas ocasiones con cubierta superior de hielo, caracterizadas por capas uniformes generalmente gris oscura y diversos grados de opacidad, que cubren el sol totalmente) y provocar que llueva.

Afirmó que así lo practican en Arabia Saudita.

De igual forma, aseguró que “la sequía será parte de nuestra vida, mientas el planeta se está calentando (cambio climático)”, lo que significa que dos años habrá lluvia y otros dos no, especialmente en los valles, no así en la montaña donde sí llueve.

La parte norte del país es el claro ejemplo.

“Serán recurrentes las sequías y hay que afrontarlas con inteligencia”, por eso estimó la necesidad de una estación meteorológica y bombardeo de nubes, pues cultivos de temporal “no habrá”.

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Se está cumpliendo el efecto de la “Niña” que nos adelantaron en noviembre: “variaciones de temperatura y escasez de lluvia”.

Hay que considerar que en Hidalgo de la superficie cultivable, aproximadamente 264 mil hectáreas, el 17 por ciento son terrenos “muy buenos para sembrar” y otros pueden recibir agua de riego, según datos del gobierno estatal, y el resto son de temporal, alertó sobre lo que representa no tener lluvias.

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