En Tulancingo solo hay un crematorio donde se han llegado a incinerar hasta cuatro víctimas de Covid-19, aunque no es una constante, pues al mes llegan a cremar cerca de 40 cuerpos, entre uno y dos al día, no solo de esta ciudad, sino también de la región.
Fue en agosto y septiembre cuando empezó a aumentar, en comparación a los primeros meses, pues hay gente que opta por sepulcro, o por llevarlos a otros crematorios de la región, habiendo en Acaxochitlán y Santiago Tulantepec.
La gente sigue en su mayoría optando por inhumar, y así lo permite el documento donde se citan los Lineamientos de Manejo General y Masivo de Cadáveres por Covid-19, aplicable en todo el país, destaca Marisa Chávez.
Recuerda que el protocolo establece que la disposición final del cadáver debe ser de forma inmediata mediante cremación o inhumación, según disponibilidad. Pero son sólo para los cuerpos identificados y reclamados, respetando la decisión de los familiares más próximos.
Comenta que son entre 800 y mil grados centígrados los que alcanza de temperatura el quemador, cuando se ingresa el cuerpo tal y como fue preparado por la funeraria que lo lleva o cuando ellos mismos como crematorio dan el servicio: “No se toca para nada por parte de los trabajadores del sitio, tanto por respeto al finado, pero igualmente por prevención y por medida sanitaria”.
Agrega que ya son 17 años de operar su crematorio el cual no solo da servicio a las funerarias sino también ella da la atención a los deudos: “Jamás había tenido la demanda que ahora, lamentablemente, se está registrando derivado de la pandemia por Covid-19”.
El cobro por cremación es de 12 mil pesos e incluye todo el trámite y hasta la urna; el proceso dura entre tres y cuatro horas, bajo establecidas normas de salubridad: “Incluso el sanitizante que uso es muy caro al igual que las bolsas y todo lo que se usa”.
El establecimiento es vigilado por autoridades sanitarias y debe acatar todo lo que se le indica, incluso ya cambió en menos de un año, tres veces la chimenea, y tuvo que hacer adecuaciones en los espacios para evitar que haya una antesala de espera, colocar marcas en el piso y proveer de mucho equipo a su personal para evitar riesgos de contagio de coronavirus.