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En un año, la pandemia del Covid-19 y la incertidumbre causada por la Cuarta Transformación provocó la salida de capitales extranjeros por 239 mil 821 millones de pesos, monto que equivale a dos veces el presupuesto otorgado para este año a la construcción de la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en la Base Militar de Santa Lucía.
De acuerdo con el Banco de México (Banxico), al 18 de marzo de 2020 dos billones 79 mil 512 millones de pesos en valores gubernamentales estaban en manos de extranjeros, pero un año después la cifra fue de un billón 839 mil 690 millones.
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En la opinión de Julián Fernández, analista de Bursamétrica, faltaron señales de confianza por parte de la administración federal para “mantener” a los inversionistas y evitar la fuga de capital.
Uno de los hechos que más marcó el rumbo de las inversiones privadas, según Fernández, fue la cancelación de la construcción de la planta cervecera de Constellations Brands.
El proyecto se canceló mediante una consulta popular hecha por el presidente Andrés Manuel López Obrador al argumentar que era una obra que dañaba a la región de Mexicali, Baja California, por lo que sus propios pobladores debían de elegir si tenerla o no.
La salida de inversionistas es consecuencia del riesgo financiero que provocó la crisis por el coronavirus y la incertidumbre ocasionada por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, coincide Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.
La especialista recordó que el clima de inversión en el país ya estaba deteriorado desde el arranque del sexenio, con la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, pero con el paso del tiempo se agravó más y en 2020 marcó una salida de capital extranjero histórica con 239 mil 45 millones de pesos.
“Una mayor fuga de capitales impactará en el tipo de cambio y, paulatinamente, podría incrementarse el costo de bienes y servicios en México. El riesgo de una mayor salida e incertidumbre persiste durante 2021 ante los nuevos cambios planteados en materia energética”, añadió Siller.
Pero los especialistas coinciden en que el año pasado la salida de capitales también estuvo asociada a la falta de ayuda por parte del gobierno federal para paliar la crisis que provocó el Covid-19.
“Durante la pandemia se necesitaron mayores apoyos fiscales, los cuales hubieran servido como una señal para los inversionistas de que el empresariado no iba a estar solo durante la crisis”, externó el analista de Bursamétrica.
Desde el inicio de la contingencia, organismos privados como el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) sostuvieron una serie de diálogos y presentaron diversas propuestas al gobierno para ayudar a las empresas y evitar la pérdida de empleo en el país. Algunas sugerencias fueron aplazar el pago de impuestos, puesto que las compañías tenían bajos ingresos y no contaban con suficiente capital para cumplir con sus obligaciones fiscales.
SEGUIRÁ ESTE AÑO
Para Víctor Gómez, subdirector de análisis económico de Finamex Casa de Bolsa, la incertidumbre política y económica continuará este año, a lo que se suma la desconfianza de las personas para realizar actividades en medio de la crisis sanitaria. Del 4 de enero al 22 de marzo de 2021, el país registra un éxodo de capitales por 55 mil 613 millones de pesos, de acuerdo con el Banco de México.
Los inversionistas están buscando otro tipo de inversiones o activos de refugio, como el oro y otros metales, pero la salida de capitales también es consecuencia de a la incertidumbre causada por las reformas a la industria eléctrica o a la ley del banco central, reiteró Gabriela Siller.
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