Esperanza Ricalde, especialista en Innovación, indicó, que Hidalgo empieza adentrarse en la llamada economía naranja, donde la propiedad intelectual de artistas, artesanos, bailarines, pintores, cineastas, diseñadores, protectores de la cultura, se transforman en un bien, en una empresa cultural, “una alternativa competitiva”.
“En Hidalgo es una genialidad que desde la Secretaria de Cultura se lance una nueva estrategia para impulsar a los talentos, cuyo enfoque sea detonar la economía en la entidad, así como la generación de empleos”.
Ricalde, puntualizó, que es un perfil diferente, donde es positivo aliarse para abrir puertas y oportunidades. “Está nueva economía tiene que ver con los patrimonios, con la gente dedicada a preservar tradiciones, lenguas, costumbres; con los talentos creativos en el uso de las tecnología como diseñadores, arquitectos, también con el cine, arte, danza, es un mundo de oportunidades”.
Hace ocho años, compartió, el Banco Interamericano de Desarrollo y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó un estudio del impacto que tenía el talento convertido en empresas a nivel mundial, “es sorprendente, se dieron cuenta del gran número de negocios y los empleos que se generan, así como los ingresos”.
“Deciden ponerle este nombre de economía naranja, es reciente, no más de 10 lugares en el mundo están en acción y apoyan el formalmente”.
Mientras, en Hidalgo empieza a verse, sin embargo, tres años antes se empezaron a revisar temas de normatividad, proceso de capacitación y acompañamiento, “se abrieron las puertas para ver el marco legal, porque no puede verse detonarse, sin un marco legal”.