El verano trae consigo el aumento de altas temperaturas y también la actividad de los reptiles, lo que incrementa la probabilidad de cruzarse con una.
Normalmente, los reptiles suelen salir en las primeras horas del día y en las últimas, cuando el calor es menos intenso.
Lo primero que se debe hacer al cruzarse con una es mantener la calma, pues según expertos es más probable que estos animales quieran huir al notar la presencia humana.
Mientras eso sucede, es importante no perder de vista al reptil, siempre observándola a la distancia, para no ser tomado por sorpresa si de repente se siente acorralada.
Sin embargo, es importante no atacar a la serpiente para ahuyentarla o intentar matarla, o de lo contrario, se sentirá amenazada y lo más probable es que quiera defenderse.
En caso de que la serpiente se encuentre enrollada y tenga la boca abierta, se debe huir de inmediato pues esta es una posición de ataque; o en todo caso lanzarle una manta o chamarra para posteriormente dejar al animal.