Cada año se reportan alrededor de 10 casos de asfixia entre menores de cinco años, principalmente entre quienes tienen uno y dos años de edad, informó la coordinadora auxiliar de salud pública del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Elvira Escobar Beristain.
La funcionaria federal explicó que los infantes consumen principalmente objetos inorgánicos y orgánicos, pues pueden ser alimentos duros como zanahorias o semillas que les dificultan la deglución a los niños, así como instrumentos de metal o plástico, los cuales pueden pasar hasta el estómago.
De acuerdo con la representante del IMSS Hidalgo, cuando son objetos pequeños pueden ser expulsados del cuerpo sin problemas, pero cuando se trata de artículos punzocortantes con algunas puntas lesionan el esófago o el estómago, los cuales requieren broncoscopias o endoscopias.
Agregó que deben ser atendidos los menores en menos de una hora después del consumo de estos objetos, ya que de lo contrario pueden ser mortales y en el caso de pilas de reloj son más riesgosos, por los químicos que contienen al quemar parte del esófago y el estómago.
Escobar Beristain afirmó que los menores pueden presentar dificultad para respirar, tos o problemas respiratorios, por ello recomendó a los padres de familia guardar calma y no regañar o golpear a los infantes, pues puede dificultar más la expulsión de estos productos.
Además, enfatizó que deben acudir a un centro de salud o con el médico para que puedan canalizarlo a un área específica y no seguir indicaciones de familiares para evitar más complicaciones en la asfixia de los menores, aunado a que no se les debe proporcionar objetos grandes a los bebés.
En promedio es la sexta causa de morbilidad infantil en el año, en su mayoría atendidos sin defunciones por personal de salud, por lo que, insistió, los padres de familia deben estar atentos.
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