HUAZALINGO, Hgo.- Leonardo Flores González, vecino del municipio de Huazalingo, acusó al párroco de la iglesia de la zona urbana de mandar a quitar a su hija del atrio de este convento, al ser de una religión distinta a la católica, y quien vendía comida a las personas que visitan el primer cuadro de este punto de la Sierra Alta.
Flores González aseguró que el clérigo presuntamente en complicidad con otra comerciante, le prohibió a su familiar vender en las inmediaciones de la parroquia, pues además hubo una reunión en el “curato”, a donde le dieron un ultimátum de que se quitara y la amenazaron diciéndole que la mandarían a desalojar.
“Hago un llamado al obispo de la diócesis de Huejutla, José Irais Acosta Beltrán, para que tome cartas en el asunto, pues no sólo mi hija vende en esta zona, si no también hay otras personas que ofertan sus productos sin ser molestados por ninguna persona, ya que sólo buscan lograr resarcir la difícil crisis económica”, dijo el padre de la víctima.
Añadió que no sólo en la explanada de la iglesia de Huazalingo se ubican a semi fijos, pues también se establecen otros en el primer cuadro del jardín central, los cuales el ayuntamiento local ha dado autorización de su permanencia temporal, pues no hay otras fuentes de empleo dentro de este municipio serrano.