Calor, frío, heladas, y lluvias, son algunas “condiciones de clima” que las Cabañuelas pronostican, -según la creencia de la gente dedicada a las labores del campo-, hay quienes dicen que su efectividad les ayuda a ver cómo procederán con su siembra y su cosecha.
Cabañuelas es “el cálculo que suele hacer el vulgo, basándose en el tiempo” y data de tiempos de la Colonia; se dice que su origen proviene de Europa.
Agricultores, toman como referencia el primer día de enero equivalente a ese mes, mientras que el 2 es febrero y así sucesivamente hasta llegar al 12 (diciembre). Luego, la cuenta regresiva. Es decir, el 13 nuevamente, es el último mes. Y el 14, noviembre. Mientras que el 24 es enero.
Por ejemplo, explican los campesinos, si está gélido el 1 de enero, ese clima prevalecerá, durante todo el mes.
Es una especie de estimación de pronóstico del tiempo, tiene todavía, gran tradición en las nuevas generaciones que se resisten a perderla.
La gente que se dedica al agro, logra sacar su calendario para poder sembrar y cosechar.
Saben, de acuerdo con las Cabañuelas cuándo y hasta las horas que pudieran darle mayor productividad.
Esta creencia, no se pierde en la forma de vida de quienes predicen a través de la observación de los distintos fenómenos atmosféricos que tiene lugar a lo largo de cada uno de los días y horas.