La gastronomía hidalguense se encuentra unida a la historia milenaria de cada lugar, misma que es reconocida con el programa “Pueblos con Sabor”, promovido por el Gobierno del Estado. Con el fin de dar a conocer el turismo gastronómico en la entidad, este distintivo fue otorgado en el 2017, a siete municipios. Los sabores, aromas, así como la originalidad e historia de los platillos típicos de cada región, hicieron que Zempoala, Tulancingo, Acaxochitlán, Omitlán, Calnali, Huejutla y Actopan, fueran reconocidos como Pueblos con Sabor.
Zempoala con su ximbote, penca madura rellena de carne de pollo, cerdo o carnero, con verduras, y al pertenecer a la altiplanicie pulquera, los curados de esta ancestral bebida, no faltan en la mesa. Mientras que de Acaxochitlán son los molotes, el pan cruzado y el atole de cahuicho, además de los tlaxcales y los diversos licores de sabores y la trucha. Y de Omitlán los productos del cahuiche, con el que se hacen mermeladas, atoles y mole; además de platillos con hongos silvestres.
Distinguido por su carnaval, Calnali tiene dentro de su gastronomía el zacahuil, pollo ranchero, enchiladas con cecina, mole verde y rojo, carnitas y barbacoa de res. En la misma huasteca, Huejutla, resalta con sus enchiladas, asado, zacahuil, bocoles, agua de axocote y el chocolate artesanal, que se disfrutan en distintas épocas del año, principalmente durante el Xantolo.
No puede faltar Actopan con su barbacoa, y el ximbó, que es un platillo de cueritos de cerdo, nopales, cebolla, especias, chile y carne de pollo, envuelto en una penca de maguey tierna cocido en horno a ras de suelo. Y Tulancingo, que además de su historia, el sabor de sus platillos, como el guajolote y el mole de Santa Ana Hueytlalpan, lo distinguen. Además de ofrecer una gran variedad de quesos y bebidas.