Pipas venden agua hasta en mil 600 pesos

Laura Elizabeth Trejo

  · sábado 18 de junio de 2022

Los piperos aprovechan la necesidad de la gente / BLANCA E GUTIÉRREZ

En el marco de la actual crisis de agua que viven varias colonias de la capital del estado, una pipa de agua se vende en 900 pesos si es para una sola casa y hasta en mil 600 pesos si será repartida en tinacos en varias viviendas, según constató este diario. El costo del servicio individual ronda entre los 850 y los 900 pesos, según la empresa en la que se compre. Al menos en Pachuca, dos compañías localizadas en la avenida Industrial La Paz abastecen agua en modalidad privada.

La pipa, según reporta el personal que atiende los establecimientos, en caso de que vaya a repartirse, alcanza para llenar aproximadamente ocho tinacos de mil 100 litros. Además, el precio de adquirir agua en tiempos de escasez se eleva alrededor de 50 pesos, como mínimo, según la ubicación del inmueble en donde será entregado el vital líquido.

Comprar el agua no significa que su abasto será inmediato, toda vez que las compañías dedicadas a proveer este servicio de manera privada aclaran que el vital líquido se entrega uno o dos días después de que se pide el servicio. Lo anterior, toda vez que éstas también tienen poca agua para la venta. Además de vecinos de varias colonias de la capital, el sector empresarial también reporta afectaciones por la falta de líquido que ha provocado que los establecimientos gasten hasta 10 por ciento de sus ingresos en pipas de agua.

A inicios de esta semana, vecinos de la colonia Santa Julia compartieron testimonio de esta problemática y recalcaron que, aunque no tienen abasto desde el pasado mes de enero, la Comisión de Agua y Alcantarillado de Sistemas Intermunicipales (Caasim) si envía el recibo para cobrar el servicio mes a mes e incluso más caro.

También denunciaron que los piperos lucran con el agua y la venden hasta en 450 pesos, “las indicaciones de sus jefes es que repartan el agua en toda la colina, pero hemos notado que algunos de ellos ya no regresan, sino que se van, recargan y el otro viaje lo venden con algún vecino con el que hayan apalabrado”.

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