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Madre de familia solicitó la intervención del secretario de Educación Pública, Atilano Rodríguez Pérez, para resolver el problema que enfrenta en la primaria María Montessori, de Xolostitla, municipio Epazoyucan, con su hijo autista (Asperger), quien por falta de atención se salió de la escuela y estuvo en riesgo de ser atropellado en la carretera Pachuca-Tulancingo.
Lo anterior ocurrió mientras Mariel León Tovar, mamá del niño que cursa primer grado, dialogaba en la dirección del plantel con enviados de las direcciones de Educación Básica y de Educación Especial, aproximadamente a las 13 horas del martes, instancias en las que solicitó le permitan ser “Tutor Sombra” de su hijo en el aula.
En un escrito, del cual entregó copia, narra al titular de la SEPH que desea le permitan atenderlo de cerca en la escuela, lo que no le autorizan. Incuso, dijo, el inspector de zona mejor le sugirió llevar a su hijo a un plantel especial en Pachuquilla.
“No tengo los recursos. De mi casa a la carretera hago 45 minutos caminando”, refirió, indicando que el personal académico cuestiona si su hijo cumple con los síntomas diagnosticados en el Hospital del Niño DIF.
Relató contradicciones: “Primero me dicen que en realidad el problema del alumno es de autoridad, de reglas y de normas que debemos darle en casa; y después me dicen lo contrario, que al niño se le tiene que estar llamando a cada rato y que no sigue reglas por sí solo; que tiene amigos imaginarios y habla solo”.
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Mariel León Tovar se dijo contrariada porque hasta un psicólogo de la escuela le reprochan que “peregrine” con diferentes especialistas médicos, sin tener tacto en sus palabras, desconociendo lo difícil es para ella y su esposo esperar cada diagnóstico tras largos estudios.
También lamentó que a su hijo sus compañeros de salón lo agredan física y verbalmente, al tiempo de reconocer que su aprendizaje es lento.
Finalmente, dijo que una mujer embarazada que acababa de ir a recoger a su hija a la escuela, se dio cuenta de que su niño se dirigía a la carretera, desorientado y llorando. Se lo llevó a su casa y por teléfono, a las 14: 00 horas, a la directora de la escuela la enteró del caso. 10 minutos más tarde llegó Mariel en el coche de una maestra.
