TULA DE ALLENDE, Hgo.- El municipio ha implementado una agresiva campaña recaudatoria, incrementando los costos de las licencias de funcionamiento, permisos de extensión de horario así como de las multas por incumplir los horarios de cierre, denunciaron comerciantes, quienes señalaron que esta actitud que raya en hostigamiento está generando el cierre de negocios.
En conferencia de prensa, la presidenta de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Tula, Estela Moreno Cornejo, expuso que ha tenido muchas quejas de los comerciantes respecto a que el municipio aplicó un incremento exagerado en las licencias de funcionamiento, de pagar 3 mil en 2021 a 50 mil pesos en 2022.
El director de Reglamentos José Luis Ortiz, dijo les da como argumento que se trata de un ajuste, ya que no se venía cobrando lo justo y que el cobro está establecido así en la Ley de Egresos. Expuso también que la Dirección de Reglamentos Municipal ha estado clausurando negocios, ella tiene conocimiento de 10, pero al parecer son más, por incumplir el horario, sin que se hagan el procedimiento administrativo adecuado, y les están cobrando multas excesivas por abrir, por lo que varios negocios han cerrado y otros ya están pensando en emigrar, por lo que pidió públicamente al alcalde que les reciba para tratar el tema.
El propietario de las tiendas abarroteras Arlequín, Alejandro Cruz Rodríguez, denunció que una de sus tiendas ubicada en la calle Morelos fue clausurada porque no estaba cerrando a las ocho que es el horario que le impusieron, porque a esa hora todavía tiene clientes, y refiere que no pagó para extender su horario, porque el director de Reglamentos le pide que pague 60 mil pesos para poder trabajar dos horas más. Se quejó también que para clausurar, el director de Reglamentos se presentó acompañado de 10 patrullas y como 40 elementos policiacos que lo agredieron a él y a sus empleados.
Y para volver a abrir le impusieron una multa de más de 50 mil pesos. Refirió que la alcaldía pretende que él pague igual que una tienda departamental de franquicia, lo que dijo no le es posible, porque no se compara lo que vende ni la cantidad de empleados que tiene, pero además en septiembre una de sus tiendas se inundó y tuvo pérdida total y las ventas aún son muy bajas.
Coincidió en que esta es la manera en que está tratando el gobierno a todos los comerciantes, un gremio que aseguró ha sido muy golpeado los últimos dos años por la pandemia y luego por la inundación, a los que pocos se les apoyó y hoy a quien han logrado mantener abiertos sus negocios se les hace la vida difícil.
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