El atraso de lluvia repercute en sembrar tarde maíz en tierras de temporal, en junio cuando debió ser en el mes pasado, por lo que se pueden siniestrar por heladas tempranas, ya que los maíces para valles altos necesitan 130 días para madurar desde su emergencia, lo que repercutiría en menor productividad y se requerirá para el consumo de los hidalguenses comprar del que venga de otras latitudes.

Así lo estableció el profesor e investigador de la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero (UPFIM), Filogonio Jesús Hernández Guzmán, quien atribuyó la falta de precipitaciones pluviales al deshielo de los polos de la tierra producto del cambio climático.

“También se puede hablar del efecto de la “Niña” que son veranos con lluvia poco distribuida y temperaturas fluctuantes, que repercute en la productividad del sistema de producción de maíz”.

Informó que el 70% de la superficie que se siembra de maíz en Hidalgo corresponde al tipo denominado de temporal, mientras que de riego citó hay en el Valle del Mezquital 150 mil hectáreas de las 300mil aprovechadas, además de los Distritos de la Vega del Metztitlán y muy poco en el Valle de Tulancingo, pero no contaba con la cantidad que depende del agua que cae del cielo.