Aunque contar con una vivienda adecuada es un derecho humano y un factor central para la calidad de vida de las personas, hay grandes sectores de la población urbana mexicana que carecen de ella, como los niños en situación de calle, quienespor su condición tienen una esperanza de vida de 25 años, los que representan 50 años menos que el promedio del resto de la población.
Esto se planteó al participar en el panel de expertos El reto de la vivienda en la nueva normalidad, en ocasión de la Cuarta Semana Nacional de las Ciencias Sociales y el Día Mundial de Hábitat, en donde Mariana Sánchez Vieyra, secretaria técnica de Proyectos del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, recordó sobre ese derecho. Sin embargo, dijo, numerosas familias e individuos no tienen acceso a un inmueble apropiado o comparten el techo con otras personas; al mismo tiempo, hay una cantidad importante deshabitados.
De acuerdo con el Censo 2020, hay más de ocho millones 669 mil viviendas deshabitadas y de uso temporal; es decir, aproximadamente 19 por ciento del total en el país, comentó. En este sentido, señaló que la casa se convirtió en una defensa contra la Covid-19, pero en México no todas las personas cuentan con un hogar, ya que hay quienes se encuentran en situación de calle. Además, una cantidad importante de mexicanos perdieron su empleo y tuvieron que desalojar sus casas. En otros casos, por el hacinamiento o la carencia de servicios básicos, no se pueden tener normas mínimas de distanciamiento social o el lavado de manos, recordó.