Satisfecho con lo realizado en la edición 16 del Mundial de Maxibaloncesto en Mar de la Plata, Argentina, el hidalguense Jabin Zarco Mendoza manifestó haberse sentido orgulloso de estar como representante mexicano en el arbitraje, donde fue seleccionado para sancionar la final en la categoría 35 y más, rama varonil, entre los selectivos de España y Argentina.
“Asumimos desde un principio hacer las cosas de la mejor manera posible, ya que no es solamente el nombre, sino el de tu país, de tu estado, del lugar donde vives, donde radicas donde haces tus cosas, de tu familia y todo lo que conlleva nuestro país, su gente, su cultura, sus formas de ser”, dijo en entrevista para el Sol de Tulancingo.
Agradeció la convocatoria de la Federación Internacional de Maxibaloncesto para sancionar este torneo, el cual, reconoció que fue de máxima exigencia para todos los árbitros que participaron, incluida su compatriota Gabriela Azcuagua.
Narró que una de las categorías que más llamó la atención en este año fue la de 35 a 40 años de edad, rama varonil, la cual generó una gran expectativa porque a la final llegaron las selecciones de España, donde milita Walter Herrmann, argentino nacionalizado español y el equipo de Argentina.
“Fue miembro de la generación dorada de Argentina, campeón olímpico en el 2004 junto con Carlos Cabezas qué fue un seleccionador nacional español también de esa época, bueno enfrentar en la final al equipo de Argentina era el juego más atractivo de todo el torneo, hubo juegos muy lindos de arriba de los 50 años pero este llamó la atención teníamos una arena con más de tres mil gentes y más de cinco mil vistas en vivo en el YouTube”.
“Como todo siempre el nervio, la emoción la cuestión de un poquito de control de emociones pero das el primer silbatazo y empiezas a agarrarle ritmo al juego, los mismos jugadores agarran el ritmo de los árbitros; creo que al final de cuentas se logró el objetivo qué era tener un juego bonito que la gente se divirtiera qué ellos lo disfrutarán en una pos etapa de profesionalismo y creo que al final la convivencia salió muy bien para todos tanto para los árbitros como para los jugadores pero principalmente para los directivos y los espectadores”, concluyó.