Si la temporada pasada los Vikingos se quedaron muy cerca de ser el primer equipo en la historia en jugar el Super Bowl en casa, los Halcones saben que este año cuentan con el talento necesario para lograr la hazaña. Tras aquella dolorosa derrota ante Nueva Inglaterra en el SB51, Atlanta ha levantado de nuevo el vuelo rumbo al anhelado trofeo Vince Lombardi. ¿Lo logrará?
Si uno analiza las opciones que tiene el equipo comandado por Dan Quinn se dará cuenta que hay jugadores de cuidado en la mayoría de posiciones. Si bien Matt Ryan no es un quarterback tan mediático, él ha demostrado siempre una gran estabilidad en su juego, situación que le permite cometer pocos errores.
Es probable que la principal fortaleza de la ofensiva de Atlanta se encuentre por aire. No por nada son Halcones de Atlanta. Julio Jones es el principal blanco de los pases de Matt Ryan, sin embargo, no se puede dejar de lado el talento de Mohamed Sanu y la reciente incorporación del novato Calvin Ridley. Por tierra cuentan con el poder de Devonta Freeman y la versatilidad de Tevin Coleman. Una dupla que regularmente suele dar buenos resultados.
En cuestión defensiva, Atlanta mantuvo la base y añadió jugadores de experiencia como el esquinero Justin Bethel, el profundo Ron Parker y el tackle Terrel McClain. La defensiva de los Halcones fue la novena mejor de la Liga en el 2017.
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