Jacques Galinier impartió su conferencia titulada “¿Quién es quién? El imaginario de la noche en la Sierra de Hidalgo”, en el auditorio Ramón Noble del pachuqueño Centro Cultural del Ferrocarril.
El antropólogo se refirió a los acuciosos estudios de esta región, a la que ha prestado su puntual atención por más de 49 años, debido al amplio bagaje sociocultural que se ha gestado ahí al paso del tiempo.
Previo a la plática, en el foro de la calle de Mejía, en la colonia Morelos, Rocío Ruiz de la Barrera, directora general de El Colegio del Estado de Hidalgo, se refirió a la trayectoria del investigador francés, quien ha mostrado una pasión por las culturas indígenas de la entidad.
El especialista coincidió en que el pueblo otomí es una fascinación del México prehispánico, el cual estructuró una filosofía de la noche, la cual forma parte de su cosmogonía que ha perdurado por encima de la conquista española.
La lógica de esa cultura está plagada de simbolismos propios en los que predominan esas fuerzas, “tal vez extrañas o excéntricas, pero que rigen el pensamiento colectivo con elementos chamánicos rituales y creencias como la actividad nocturna de las brujas”.
El conferenciante es autor de varios textos, entre los que se cuenta “Una noche de espanto. Los otomíes en la oscuridad”, en el que inicia preguntando ¿Qué ocurre durante la noche?, ¿Por qué se espera tan ardientemente o porqué es fuente de tanto pavor?
Aseguró que la noche sirve como escenografía en la que se fijan constelaciones de símbolos, “cuyo desciframiento hace surgir imágenes que ponen el énfasis en lo turbio, obscuro y misterios de lo invisible, para alcanzar la inteligibilidad del universo como un todo”.