/ domingo 13 de octubre de 2019

Tres décadas de democracia

La democracia en México es resultado de un largo camino en el que el Instituto Nacional Electoral ha sido piedra angular, desde su creación en 1990, como un órgano especializado en materia de elecciones cuyo objetivo fue contar con una institución imparcial que diera certeza, transparencia y legalidad a las elecciones federales.

Desde su creación, sufrió grandes transformaciones. La última de ellas fue gracias a la reforma electoral de 2014, en la que se rediseñó el sistema electoral mexicano y transformó a esta institución en el Instituto Nacional Electoral (INE), que permitió darle nuevas facultades para participar en la organización de procesos locales, elecciones de dirigencias de Partidos Políticos, garantizar a candidatos independientes su participación y revisar el gasto en campañas políticas.

La prueba de la imparcialidad de este órgano es que a diez años de su creacion en el año 2000, hubo por primera vez en la historia de México, alternancia en el Ejecutivo Federal, desde entonces han gobernado tres partidos políticos diferentes y en todos los puestos de elección popular a lo largo y ancho del país, hay una clara diversidad de representación entre todos los partidos.

A 29 años de su creación, el INE requiere seguir siendo la institución fuerte e imparcial que garantice que México seguirá por la vía de la democracia.

Descalificar al arbitro electoral, querer desaparecerlo o cortarle el presupuesto en haras de una supuesta austeridad, es un atentado contra nuestra democracia, no hay algo más caro que una dictadura

La democracia en México es resultado de un largo camino en el que el Instituto Nacional Electoral ha sido piedra angular, desde su creación en 1990, como un órgano especializado en materia de elecciones cuyo objetivo fue contar con una institución imparcial que diera certeza, transparencia y legalidad a las elecciones federales.

Desde su creación, sufrió grandes transformaciones. La última de ellas fue gracias a la reforma electoral de 2014, en la que se rediseñó el sistema electoral mexicano y transformó a esta institución en el Instituto Nacional Electoral (INE), que permitió darle nuevas facultades para participar en la organización de procesos locales, elecciones de dirigencias de Partidos Políticos, garantizar a candidatos independientes su participación y revisar el gasto en campañas políticas.

La prueba de la imparcialidad de este órgano es que a diez años de su creacion en el año 2000, hubo por primera vez en la historia de México, alternancia en el Ejecutivo Federal, desde entonces han gobernado tres partidos políticos diferentes y en todos los puestos de elección popular a lo largo y ancho del país, hay una clara diversidad de representación entre todos los partidos.

A 29 años de su creación, el INE requiere seguir siendo la institución fuerte e imparcial que garantice que México seguirá por la vía de la democracia.

Descalificar al arbitro electoral, querer desaparecerlo o cortarle el presupuesto en haras de una supuesta austeridad, es un atentado contra nuestra democracia, no hay algo más caro que una dictadura

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