/ miércoles 7 de septiembre de 2022

México Requiere Ciudadanos Inversionistas

¿Cómo puedo incrementar mi patrimonio o diversificar mis recursos sin invertir en los medios convencionales? Una de las opciones es invertir en la bolsa de valores.

Definida como un mercado físico o virtual en donde se realizan negociaciones e intercambios entre empresas que requieren dinero como financiamiento y personas que están dispuestas a ofrecerlo, es el medio en el que alguien puede convertirse en parcial dueño de esa parte de la empresa en la que invierten.

El fin de una bolsa de valores es el beneficio mutuo, se basa en ofrecer capital a la empresa que lo requiere para poder crecer y lograr mejores resultados económicos y por otro lado las personas que destinaron sus recursos obtengan un beneficio o una rentabilidad mayor a otros métodos de inversión.

Esta apuesta tiene riesgos y dificultades, se requiere de información técnica y algunos conocimientos de economía y de administración de empresas. Cualquier empresa está sujeta a muchísimos factores no solo económicos, por lo que puede crecer y ganar o puede ser lo contrario y entonces perder la inversión, es por ello que las bolsas suelen no ser tan populares.

Las acciones tienen su origen en Holanda con la primera bolsa oficial, la de Ámsterdam, que inició en 1602, con la primera empresa cotizada, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. La aparición de las bolsas posibilitó el crecimiento y la expansión de compañías con grandes necesidades de capital. La gran expansión económica de países como Inglaterra o Estados Unidos fue favorecida con la aparición y crecimiento de las bolsas de valores.

En México sin embargo es apenas incipiente la participación de los ciudadanos en las casas de bolsa, apenas el 0.3% de la población invierte en acciones, comparado contra más del 50% de la población mayor de 18 años en estados Unidos.

Esto se debe a una serie de mitos y realidades (como el crack del 1929 en Wall Street y la gran depresión), además de una falta de educación financiera. Otro factor son los bajos ingresos de gran parte de la población y, por otro lado, una cultura en la que la mayoría gastamos todo el dinero ganado, sin cultura de ahorro.

México tiene una gran oportunidad en sus jóvenes, de invertir e incluso desarrollar empresas en el campo tecnológico. Existen muchas opciones en bibliografía, portales, asesores y mucha información para poder explorar esta opción.

Necesitamos impulsar la educación financiera, incentivar el ahorro y que, como sociedad tengamos instituciones que generen las condiciones en el país para fomentar el ahorro y la inversión.

Para algunos es una muestra de capitalismo voraz, pero para millones de personas alrededor del mundo es una forma de vida, incrementando la riqueza personal, de las empresas y de los países.


¿Cómo puedo incrementar mi patrimonio o diversificar mis recursos sin invertir en los medios convencionales? Una de las opciones es invertir en la bolsa de valores.

Definida como un mercado físico o virtual en donde se realizan negociaciones e intercambios entre empresas que requieren dinero como financiamiento y personas que están dispuestas a ofrecerlo, es el medio en el que alguien puede convertirse en parcial dueño de esa parte de la empresa en la que invierten.

El fin de una bolsa de valores es el beneficio mutuo, se basa en ofrecer capital a la empresa que lo requiere para poder crecer y lograr mejores resultados económicos y por otro lado las personas que destinaron sus recursos obtengan un beneficio o una rentabilidad mayor a otros métodos de inversión.

Esta apuesta tiene riesgos y dificultades, se requiere de información técnica y algunos conocimientos de economía y de administración de empresas. Cualquier empresa está sujeta a muchísimos factores no solo económicos, por lo que puede crecer y ganar o puede ser lo contrario y entonces perder la inversión, es por ello que las bolsas suelen no ser tan populares.

Las acciones tienen su origen en Holanda con la primera bolsa oficial, la de Ámsterdam, que inició en 1602, con la primera empresa cotizada, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. La aparición de las bolsas posibilitó el crecimiento y la expansión de compañías con grandes necesidades de capital. La gran expansión económica de países como Inglaterra o Estados Unidos fue favorecida con la aparición y crecimiento de las bolsas de valores.

En México sin embargo es apenas incipiente la participación de los ciudadanos en las casas de bolsa, apenas el 0.3% de la población invierte en acciones, comparado contra más del 50% de la población mayor de 18 años en estados Unidos.

Esto se debe a una serie de mitos y realidades (como el crack del 1929 en Wall Street y la gran depresión), además de una falta de educación financiera. Otro factor son los bajos ingresos de gran parte de la población y, por otro lado, una cultura en la que la mayoría gastamos todo el dinero ganado, sin cultura de ahorro.

México tiene una gran oportunidad en sus jóvenes, de invertir e incluso desarrollar empresas en el campo tecnológico. Existen muchas opciones en bibliografía, portales, asesores y mucha información para poder explorar esta opción.

Necesitamos impulsar la educación financiera, incentivar el ahorro y que, como sociedad tengamos instituciones que generen las condiciones en el país para fomentar el ahorro y la inversión.

Para algunos es una muestra de capitalismo voraz, pero para millones de personas alrededor del mundo es una forma de vida, incrementando la riqueza personal, de las empresas y de los países.