/ miércoles 2 de agosto de 2023

Celebremos la tradición de la Feria de los Angelitos

Cada dos de agosto, se celebra a Nuestra Señora de los Ángeles, en la ciudad de Tulancingo; se visten de colores las calles alrededor de la iglesia, gracias a los miles de feligreses que se reúnen para celebrar el día y cantarle las mañanitas.

Hoy no es la excepción, y una gran cantidad de peregrinos se han dado cita desde días anteriores, para cantar las mañanitas y mostrar su agradecimiento a la patrona de Tulancingo.

El escritor Guerrerense, Ignacio Manuel Altamirano describe la fiesta en Tlatelolco de la virgen de los Ángeles, en su libro “Paisajes y Leyendas. Tradiciones y Costumbres de México”, de una manera muy similar a la que celebramos en nuestra ciudad:

“Amanece y las calles que conducen a ese lugar, bastante retirado el centro, se inundan de gente. Santa Isabel, san Andrés, el puente de la Mariscala, la Estampa de san Andrés, las Rejas de la Concepción, la plazuela, las de santa María por una parte, todas las que desembocan en la plazuela de Villamil por otra, y por el oeste las nuevas de Soto y de la Magnolia, dan paso a un ejército de peregrinos llevando grandes cestos con manjares y botellas. Un mundo de artesanos con cuc, mujeres y una lechigada de chicuelos se dirigen devotamente á pasar el día en el lugar santo. Por el rumbo del norte y por las vías de Guadalupe y Nonoalco, han llegado numerosos romeros de los pueblos indígenas, aunque a fuerza es confesar, que la Virgen de los Ángeles no tiene tanta popularidad entre los antiguos habitantes del país como la de Guadalupe. La virgen de los Ángeles es rigurosamente la madona de los pobres de México… ”.

En las manos artísticas de un otomí del valle del Mezquital, la Virgen de los Angelitos quedó plasmada en una pared de adobe en una casa a pie del cerro del tezontle, en 1736; y gracias a la devoción de los peregrinos que llegaban al lugar para adorarla en los primeros días de agosto, la virgen de los Ángeles fue declarada patrona de la diócesis de Tulancingo, lo cual fue autorizado el 26 de abril de 1877.

La ruta de la adoración a la Virgen de los Angelitos es muy probable que primero, gracias a la fama, se hubiera diseminado desde Tlatelolco a las demás demarcaciones franciscanas, y de ahí al resto del territorio mexicano, y que fuera acogida por los más pobres de aquellos tiempos y celebrada su fiesta el 2 de agosto como en aquel barrio de la ciudad de México, y hoy en día, en Tulancingo.

Hoy en día la fiesta se preserva, con cerca de 200 años de historia; convirtiendo al primer cuadro de la ciudad, en una alegórica estampa del México provinciano que se resiste al paso del tiempo.

Y en una dinámica que exige la evolución de la sociedad, la Expo Feria se ha convertido en la fiesta más esperada por locales y visitantes, que año con año regresan por nuestra hospitalidad, eventos artísticos de primer nivel, y la oferta cultural y turística.

Con un cartel para todas las edades, y para todos los gustos, Tulancingo está de fiesta y la celebramos juntos.


Cada dos de agosto, se celebra a Nuestra Señora de los Ángeles, en la ciudad de Tulancingo; se visten de colores las calles alrededor de la iglesia, gracias a los miles de feligreses que se reúnen para celebrar el día y cantarle las mañanitas.

Hoy no es la excepción, y una gran cantidad de peregrinos se han dado cita desde días anteriores, para cantar las mañanitas y mostrar su agradecimiento a la patrona de Tulancingo.

El escritor Guerrerense, Ignacio Manuel Altamirano describe la fiesta en Tlatelolco de la virgen de los Ángeles, en su libro “Paisajes y Leyendas. Tradiciones y Costumbres de México”, de una manera muy similar a la que celebramos en nuestra ciudad:

“Amanece y las calles que conducen a ese lugar, bastante retirado el centro, se inundan de gente. Santa Isabel, san Andrés, el puente de la Mariscala, la Estampa de san Andrés, las Rejas de la Concepción, la plazuela, las de santa María por una parte, todas las que desembocan en la plazuela de Villamil por otra, y por el oeste las nuevas de Soto y de la Magnolia, dan paso a un ejército de peregrinos llevando grandes cestos con manjares y botellas. Un mundo de artesanos con cuc, mujeres y una lechigada de chicuelos se dirigen devotamente á pasar el día en el lugar santo. Por el rumbo del norte y por las vías de Guadalupe y Nonoalco, han llegado numerosos romeros de los pueblos indígenas, aunque a fuerza es confesar, que la Virgen de los Ángeles no tiene tanta popularidad entre los antiguos habitantes del país como la de Guadalupe. La virgen de los Ángeles es rigurosamente la madona de los pobres de México… ”.

En las manos artísticas de un otomí del valle del Mezquital, la Virgen de los Angelitos quedó plasmada en una pared de adobe en una casa a pie del cerro del tezontle, en 1736; y gracias a la devoción de los peregrinos que llegaban al lugar para adorarla en los primeros días de agosto, la virgen de los Ángeles fue declarada patrona de la diócesis de Tulancingo, lo cual fue autorizado el 26 de abril de 1877.

La ruta de la adoración a la Virgen de los Angelitos es muy probable que primero, gracias a la fama, se hubiera diseminado desde Tlatelolco a las demás demarcaciones franciscanas, y de ahí al resto del territorio mexicano, y que fuera acogida por los más pobres de aquellos tiempos y celebrada su fiesta el 2 de agosto como en aquel barrio de la ciudad de México, y hoy en día, en Tulancingo.

Hoy en día la fiesta se preserva, con cerca de 200 años de historia; convirtiendo al primer cuadro de la ciudad, en una alegórica estampa del México provinciano que se resiste al paso del tiempo.

Y en una dinámica que exige la evolución de la sociedad, la Expo Feria se ha convertido en la fiesta más esperada por locales y visitantes, que año con año regresan por nuestra hospitalidad, eventos artísticos de primer nivel, y la oferta cultural y turística.

Con un cartel para todas las edades, y para todos los gustos, Tulancingo está de fiesta y la celebramos juntos.