Hace un año, Estados Unidos y México firmaron un acuerdo migratorio que ha empeorado el desastre humanitario en la frontera común y en el sur de nuestro país, advierte WOLA, organización en investigación e incidencia que promueve los derechos humanos en las Américas.
Bajo el pacto, México acordó desplegar su recién creada Guardia Nacional en sus fronteras sur y norte, tomar medidas enérgicas para detener el flujo migratorio hacia los Estados Unidos y permitir la expansión de los Protocolos de Protección, conocido como “Quédate en México”, obligando a miles de personas solicitantes de asilo a esperar en peligrosas ciudades fronterizas mexicanas para sus audiencias de asilo en los Estados Unidos.
En un nuevo informe, la organización estadounidense advierte que es probable que estas políticas perjudiciales y caóticas perduren bajo el falso pretexto de que sean necesarias para contener una mayor propagación de la pandemia por Covid-19 y para evitar flujos migratorios masivos a Estados Unidos.
Las personas migrantes y solicitantes de asilo –destaca– no son los responsables de la pandemia. La culpa radica en pruebas insuficientes, una respuesta lenta y una coordinación deficiente por parte de los gobiernos de los dos países.
Añade que si Estados Unidos continúa aplicando políticas migratorias xenófobas e ilegales, y si México continúa actuando como un muro virtual para las personas indocumentadas, no se dará lugar a mejores protecciones contra Covid-19. En cambio, el trato brutal a los migrantes y solicitantes de asilo continuará creando situaciones que exacerban los riesgos para la salud pública, fomentan la confusión e incertidumbre y ponen en peligro a quienes ejercen su derecho a buscar protección.
Wola destaca que el impacto del acuerdo migratorio ha incluido exponer a las personas migrantes y solicitantes de asilo a mayores riesgos de seguridad y salud pública. También urgió tanto a Estados Unidos como a México a que se alejen de las políticas migratorias que ponen en riesgo a los migrantes y que limiten su capacidad de buscar protección.
“Aunque la pandemia está teniendo un gran impacto en la movilidad y la migración en todo el mundo, no ha detenido por completo el movimiento”, destaca WOLA.