Nacido en la región de Tula, donde creció y vivió sumergido en la pobreza, hoy un hombre menor a los 30 años de edad, a quien llamaremos Fausto para no revelar su identidad, vende huachicol y gracias a ello gana un promedio de 30 mil pesos a la semana.
Aunque en ocasiones siente temor de ser aprehendido por la policía o el Ejército, comúnmente realiza su ilícita labor por las tardes y noches, desde hace tres años, para que su familia disfrute y tenga lo que él no tuvo en su infancia y adolescencia, ya que sufrió muchas carencias y necesidades económicas en la mayor parte de su vida.
Este individuo nos explica en entrevista que tiene ingresos mensuales de aproximadamente 120 mil pesos, lo cual es prácticamente el doble de los 68 mil pesos que percibe un diputado o una diputada local, quienes al mes reciben un salario de 48 mil 229 pesos, así como 10 mil pesos por concepto de bancada y otros 10 mil pesos por apoyo de gestión.
Fausto insiste en que está consciente de que se trata de una actividad ilegal y que por ello puede ir a prisión en cualquier momento, pero está dispuesto a correr el riesgo.
Señaló que aunque ese riesgo persiste en su vida de forma constante, vende combustible ilegal, pero aclara que él no lo roba, sino que hay quienes se lo llevan para que se encargue de comercializarlo.
De hecho, ya tiene varios clientes de la región, que van seguido al lugar donde les oferta el combustible a un precio más barato comparado con el de las gasolinerías.
“Yo doy el litro de gasolina de 16 a 18 pesos, cuando su precio normal es de casi 20 pesos”, indicó.
Y si vende a 16 pesos el litro, necesita comercializar mil 875 litros a la semana, es decir, un promedio de 267 litros al día, lo cual equivale a 6.6 tanques de 40 litros, para alcanzar la meta de 30 mil pesos cada siete días. Ello sin descontar lo que Fausto paga a quienes le llevan el huachicol, ya que no proporcionó ese dato.
Este hombre es una muestra de que el huachicol no se ha apagado en el estado de Hidalgo y mucho menos en la región de Tula, donde algunos habitantes, incluso familias completas, se dedican a la compra-venta del combustible robado desde hace tiempo en la zona.
Otros más, hacen la labor de “halcones” y son quienes vigilan que no llegue la policía o el ejército mexicano para que no sean sorprendidos y arrestados sus cómplices.
VENDE DESDE ANTES DE LA
TRAGEDIA DE TLAHUELILPAN
De acuerdo con lo expuesto por Fausto, comenzó a vender huachicol hace tres años, poco antes de que ocurriera la tragedia en Tlahuelilpan, en aquel 18 de enero del año 2019, cuando la explosión de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) cobró la vida de al menos 137 personas.
Todas ellas se encontraban recolectando el hidrocarburo que salía del ducto que previamente había sido perforado y de pronto se prendió y explotó.
En aquel entonces la gente captaba el líquido con cubetas y garrafones, cuando el fuego los tomó por sorpresa e incluso muchos de ellos intentaron escapar corriendo o caminando, pero su cuerpo ya había sufrido graves quemaduras.
Muchos murieron en el lugar y otros fallecieron poco después.
BAJÓ LA VENTA PORQUE HAY MAYOR VIGILANCIA
Además, explica que hace algunos años hubo más furor de venta de combustible robado en esta zona de la entidad. Incluso llegó a ganar hasta 60 mil pesos en una semana.
Pero considera que ahora disminuyó la venta porque militares y policías de diversas corporaciones comenzaron a hacer más operativos permanentes en las áreas donde atraviesan los ductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX).
De acuerdo con información de la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR), en Hidalgo, en el periodo de 2019 a septiembre de 2021, aseguraron dos millones 552 mil 769 litros de hidrocarburo.
También se iniciaron tres mil 839 carpetas de investigación por delitos de sustracción y posesión ilícita de hidrocarburo; se realizaron 99 cateos y como resultado se aseguraron 87 inmuebles, mil 179 vehículos y siete mil 828 contenedores.
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Y con base en dicha información oficial, en los primeros nueve meses del presente año se aseguraron cuatro mil 295 tomas clandestinas en Hidalgo, por lo que se iniciaron mil 75 carpetas de investigación y se obtuvieron 21 sentencias condenatorias en contra de 46 personas.
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