/ lunes 21 de febrero de 2022

Se reactiva la producción de uniformes escolares en Tulancingo

Costureras aseguran que se han visto afectadas el incremento de los precios en cierres y telas

La industria manufacturera de uniformes escolares se recupera de poco en este regreso a clases presenciales, lo anterior debido a los incrementos de hasta el 30 por ciento en las telas y materia prima, así como la escasez de las mismas, informó maquilera de uniformes de la región Tulancingo.

Nancy Asían, productora y distribuidora de uniformes escolares, expuso en entrevista para este medio, que tuvieron que pasar dos años para volver a la producción de los uniformes escolares, pese a que desde inicios de este ciclo escolar en agosto pasado existían rumores de un posible regreso a presenciales, no comenzaron la producción hasta que el comunicado se dio de manera formal.

Recordó que, los meses anteriores se encontraban en el “estira y afloja”, pues recibía llamadas por parte de directivos solicitando uniformes por el regreso a presenciales y después de ocho o quince días el pedido era cancelado.

Actualmente, pese a que su producción se redujo prácticamente al 50 por ciento, esto le ha permitido volver a emplear a sus colaboradores de años y que desde el marzo del 2020 dejaron de recibir maquilas. “Tenía llamadas de personas solicitando trabajo y no se les podía dar por que el trabajo era el mínimo”, dijo.

Mencionó que uno de los factores independientemente de la pandemia que la orilló a reducir la producción, fue la entrega de uniformes por parte del gobierno, principalmente para escuelas públicas, lo cual también les genera un gasto a los padres, pues en su mayoría deben de mandar a ajustar el uniforme a la medida de cada alumno.

Respecto al movimiento de mercancía en las últimas semanas, refirió que, pese a que la apertura de las escuelas se dio de manera sorpresiva, contaba con un stock (conjunto de mercancías o productos que se tienen almacenados en espera de su venta o comercialización), que quedó almacenado desde hace dos años y que asegura mantiene su calidad.

Agregó, que el consumo de la mercancía si ha sido notorio, pero no el esperado, pues en muchas escuelas a las que le trabaja, en apoyo a la economía de los padres se muestran flexibles al permitir el acceso a los niños con ropa informal. Del mismo modo que la mayoría de los planteles han conservado el mismo modelo de uniforme.

“Todos esperan muy buenas ventas, hemos estado prácticamente dos años sin trabajo o con muy poco trabajo, si esperamos que la venta se recompense”, aseguró.

Respecto a los precios de estos, reveló que los uniformes fabricados con anterioridad siguen al mismo precio, la intención de esto es recuperar la inversión en stock, pero en la tela nueva hubo incremento de hasta el 30 por ciento y se verá reflejado en el costo, “tratamos de aguantar lo mas posible”, externó.

Además de las telas, un elemento indispensable para la elaboración son los cierres, mismos que duplicaron sus costos en pandemia, “los cierres ahora son de importación, pues en México ya no hay empresas nacionales que fabriquen el cierre, cerraron por la baja producción, eso duplica su costo, un cierre estaba entre 3 y 4 pesos, ahora cuesta 8 y 9 pesos”, dijo.

Concluyó diciendo que hay escases de materia prima en general, “no sabemos si es porque la quieran aumentar más”, al ir a México les dicen que no la hay y si les llega el precio será mucho más elevado.

La industria manufacturera de uniformes escolares se recupera de poco en este regreso a clases presenciales, lo anterior debido a los incrementos de hasta el 30 por ciento en las telas y materia prima, así como la escasez de las mismas, informó maquilera de uniformes de la región Tulancingo.

Nancy Asían, productora y distribuidora de uniformes escolares, expuso en entrevista para este medio, que tuvieron que pasar dos años para volver a la producción de los uniformes escolares, pese a que desde inicios de este ciclo escolar en agosto pasado existían rumores de un posible regreso a presenciales, no comenzaron la producción hasta que el comunicado se dio de manera formal.

Recordó que, los meses anteriores se encontraban en el “estira y afloja”, pues recibía llamadas por parte de directivos solicitando uniformes por el regreso a presenciales y después de ocho o quince días el pedido era cancelado.

Actualmente, pese a que su producción se redujo prácticamente al 50 por ciento, esto le ha permitido volver a emplear a sus colaboradores de años y que desde el marzo del 2020 dejaron de recibir maquilas. “Tenía llamadas de personas solicitando trabajo y no se les podía dar por que el trabajo era el mínimo”, dijo.

Mencionó que uno de los factores independientemente de la pandemia que la orilló a reducir la producción, fue la entrega de uniformes por parte del gobierno, principalmente para escuelas públicas, lo cual también les genera un gasto a los padres, pues en su mayoría deben de mandar a ajustar el uniforme a la medida de cada alumno.

Respecto al movimiento de mercancía en las últimas semanas, refirió que, pese a que la apertura de las escuelas se dio de manera sorpresiva, contaba con un stock (conjunto de mercancías o productos que se tienen almacenados en espera de su venta o comercialización), que quedó almacenado desde hace dos años y que asegura mantiene su calidad.

Agregó, que el consumo de la mercancía si ha sido notorio, pero no el esperado, pues en muchas escuelas a las que le trabaja, en apoyo a la economía de los padres se muestran flexibles al permitir el acceso a los niños con ropa informal. Del mismo modo que la mayoría de los planteles han conservado el mismo modelo de uniforme.

“Todos esperan muy buenas ventas, hemos estado prácticamente dos años sin trabajo o con muy poco trabajo, si esperamos que la venta se recompense”, aseguró.

Respecto a los precios de estos, reveló que los uniformes fabricados con anterioridad siguen al mismo precio, la intención de esto es recuperar la inversión en stock, pero en la tela nueva hubo incremento de hasta el 30 por ciento y se verá reflejado en el costo, “tratamos de aguantar lo mas posible”, externó.

Además de las telas, un elemento indispensable para la elaboración son los cierres, mismos que duplicaron sus costos en pandemia, “los cierres ahora son de importación, pues en México ya no hay empresas nacionales que fabriquen el cierre, cerraron por la baja producción, eso duplica su costo, un cierre estaba entre 3 y 4 pesos, ahora cuesta 8 y 9 pesos”, dijo.

Concluyó diciendo que hay escases de materia prima en general, “no sabemos si es porque la quieran aumentar más”, al ir a México les dicen que no la hay y si les llega el precio será mucho más elevado.

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