Llegaron con fe a celebrar a la Virgen

Con los pequeños vestidos de indígenas y otras muestras de devoción

Concepción Ocádiz | El Sol de Tulancingo

  · viernes 13 de diciembre de 2019

El peregrinar es amoroso, y de muchos años de tradición | CONCEPCIÓN OCÁDIZ

Su fe, es su bandera. Su andar, el de la esperanza por superar causas difíciles.

Y otros se postran ante la Morenita de Tepeyac, en agradecimiento, como es el caso de Andrés Merchant, quien, vestido de Juan Diego sin importar el frío del alba, llega con huaraches y una gran cantidad de rosas rojas para ella, para quien le hizo milagros para su familia, él comenta que es un día de mucha devoción. Desde que su hijo André era pequeño, acuden año con año, y ya llevan 18 consecutivos, para agradecer por el amor de la Virgen hacia ellos.

“Todo el tiempo estuve mal de mi cadera y ella nos cuida y nos apoya”, refiere el joven que llegó a temprana hora a Las Mañanitas en La Villita en la calle de Juárez de Tulancingo.

A las 6:00, el arzobispo Don Domingo Díaz Martínez celebró una misa solemne, con su casulla en tono blanco y dorado, y con la imagen de la Virgen de Guadalupe, refirió en su mensaje que “es un día muy importante para los mexicanos, esperamos que el amor que le mostramos a la Santísima Virgen, y que ese cariño sea para su hijo”

“Los invito a que le pidamos a la Virgen que interceda por nosotros y nos dé la paz porque estamos viviendo momentos muy difíciles"

FOTOGRAFÍA: Concepción Ocádiz

Horas más tarde, cientos de peregrinos arribaron a la Villita ubicada sobre la vía federal a la altura de San José, para escuchar las misas ofrecidas.

Este 12 de diciembre, mujeres y hombres, de todas las edades, arribaron de la zona otomí tepehua e igualmente de diversas localidades de Tulancingo y de la región a estos recintos con el fin de ver a la Virgen de Guadalupe. Incluso llegaron con sus atuendos indígenas, danzando con copal en mano el Xochipitzahuatl.

Los que no pudieron llegar a México en peregrinaciones, acuden a esta ciudad, como cada año a estos recintos donde se celebra a la Guadalupana.

Arriban con sus pequeños con vestimentas típicas, simulando incluso a Juan Diego, con los rostros pintados, y dicen algunos “lo hacen por manda”

La veneración a la Patrona de los mexicanos –surgió en 1531- , es por millones de fieles, que, año con año abarrotan la Basílica en la Ciudad de México, sin embargo, en el país hay numerosas capillas donde su imagen está.

Para algunos fue su primera vez, la de acudir a ver a quien les hizo el milagro, eso que parecía imposible.

Con las peticiones cargando, creen que lo imposible se hace posible derivado del milagro de la Virgen de Guadalupe.


FOTOGRAFÍA: Concepción Ocádiz


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