JACALA DE LEDEZMA, Hgo.- Las condiciones de trabajo para los elementos de la Policía Estatal que prestan sus servicios en este municipio y en la región serrana se complica, ya que luego del artero ataque que hace algunas semanas sufrieran cuatro de los oficiales que se encontraban de servicio en esa delegación regional a manos de un grupo armado, ahora la misma población les ha cerrado la puerta de las instalaciones que guardaba dicha delegación y, extrañamente, ya no los quieren ahí.
Trascendió que luego de la designación del nuevo delegado en esa zona, Fermín Cordero Mercado, la gente de la comunidad donde se ubica el inmueble habilitado como comandancia, ya no permitieron se reabriera y se mantiene cerrado desde el día de los violentos hechos ocurridos durante el atentado.
Por si fuera poco, se supo que los pobladores se niegan a rentar o facilitar otro espacio donde los policías que conforman el grupo designado para esa delegación regional puedan habilitar como base y poder realizar sus actividades operativas diarias, situación que complica su estadía en este municipio, cuyas autoridades locales por cierto no se han pronunciado al respecto.
La postura de los pobladores, según se comentó, probablemente se debe a los roces y conflictos que con anterioridad se dieron ente vecinos y las mismas autoridades locales con anteriores elementos destacados en este lugar, lo que dio pie al desacuerdo de la gente para que ahí continuara la Policía Estatal que incluso, hace algunos años fue desalojada del municipio ante una serie de supuestas anomalías que, según se dijo, en su momento cometían en agravio de la ciudadanía.
Por ello durante algún tiempo se desactivó la delegación regional en este municipio y fue hasta finales del año pasado cuando la Agencia de Seguridad Estatal envió a un grupo de elementos comandados por Natalia Ponce, ante los constantes atracos carreteros a transporte de carga y de servicio público de pasajeros que se estaban cometiendo, quien luego de algunos meses de trabajo fue nombrada como delegada regional con la aceptación de la gente y el gobierno municipal, cargo que poco tiempo pudo ejercer, tras el ataque a sus subordinados y que ahora mantiene sin punto fijo a quienes los suplieron.