Indigentes de Tulancingo, no solo piden limosnas o comen de la basura, sino también duermen en las diferentes calles, al amparo de cualquier techo.

Pese a la pandemia se les observa en las vialidades solicitando dinero para “un pan”, o buscando qué sacar de los desechos en los botes de basura para llevarse el alimento a la boca, de ellos algunos pernoctan afuera de una institución de salud, como es el caso de Don Virgilio uno de los indigentes que ahí improvisó su hogar.

De acuerdo con información proporcionada por algunos habitantes, desde hace poco más de dos años, esta persona llegó a esta zona de la ciudad, antes vivía afuera de una farmacia, ahora a unos pasos de ahí.

No tiene ayuda de alguna institución, pero sí de la gente que llega a brindarle comida.

“Es una persona muy tranquila, no molesta a nadie, casi no escucha ni coordina bien sus ideas, se alimenta de lo que la gente le acercamos o de lo que gana cuidando coches”, dijo Alejandrina Luna.

“Lo bueno que no lo han quitado de la Jurisdicción, pero deberían de ayudarle a gestionar un lugar digno, porque en verdad es triste verlo así”

A esta historia se suman las de mujeres de avanzada edad que piden dinero en las inmediaciones de los mercados municipales de Tulancingo.

Al respecto, en el Sistema DIF de la ciudad se informó que en lo que va de este año, se han atendido cinco casos, en dos de ellos se logró contactar a los familiares de las personas para entregarlos y los tres restantes fueron recibidos en el seno de una Iglesia Cristiana, donde se les dio albergue, informaron en la dirección del área.

Por lo regular las circunstancias de situación de calle se presentan cuando las personas no cuentan con algún familiar, aunque si llega a suceder que los parientes no quieren hacerse cargo de ellos, se insistió en la dependencia

EL DATO: En lo que va del año, el DIF municipal, solo ha atendido cinco reportes de indigencia