TULA DE ALLENDE, Hgo.- Comerciantes que fueron afectados por la inundación se encuentran limitados para entregar pedidos y trabajos, que en muchos de los casos tuvieron que tirar a la basura tras haberse quedado por varios días entre el agua negra y otros más que la misma corriente se llevó.
Ahora los damnificados, entre ellos costureras, sastres y zapateros, no saben qué hacer para entregar los trabajos que anticipadamente les dejaron algunos habitantes, incluso algunos ya hasta habían sido pagados en su totalidad.
Un ejemplo claro es el que vive actualmente la costurera y comerciante, Alejandra Jiménez Cruz, vecina de la céntrica calle Manuel Rojo del Río, quien mencionó ayer que la reciente inundación acabó con todo su patrimonio y establecimiento comercial.
“Las prendas de vestir que me dejaron algunos clientes para cocerlas o arreglarlas de algún detalle, como cierres, se echaron a perder con el agua negra que inundó esta calle de la zona centro, luego de que se desbordó el Río Tula hace días” indicó la joven mujer, en tono desalentador.
Así como ella, el zapatero Juan Hernández, aseguró ayer en otro caso, que empatía, solidaridad y comprensión es lo que en este momento requieren los comerciantes establecidos afectados por la inundación, ya que tuvieron pérdidas totales de su mercancía.
Por consecuencia, se encuentran limitados para entregar pedidos y trabajos que en muchos de los casos tuvieron que ser tirados a la basura.
“Los comerciantes pedimos a nuestros clientes empatía y comprensión para la entrega de mercancía y trabajos que realizábamos y en algunos casos ya habíamos recibido un anticipo económico o que estaban a espera del pago total, sin embargo, ante el siniestro natural hoy estamos limitados para entregarlos” señaló el entrevistado.
Muchos de estos comercios, especialmente de ropa, regalos y en el caso de aquellas personas que realizaban trabajos de diseño de modas o composturas de ropa, además de haber pedido todo, están siendo presionados por algunos de sus clientes para que les paguen el artículo que apartaron o que les dejaron para que les realizaran alguna compostura, costo que en este momento les es imposible cubrir por la afectación material que sufrieron en sus bienes por la inundación.
Por tal razón, solicitaron a los clientes puedan ser capaces de comprender la situación y demuestren su solidaridad con ellos, que además de sentirse presionados, perdieron todo en el pasado desastre natural ocurrido la noche del seis de septiembre, en esta ciudad.
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