Samuel Cruz, es originario de San Pedro Tlachichilco en Acaxochitlán, y se gana la vida vendiendo trastes en las calles de Tulancingo.
A sus 80 años, sale todos los días de su pueblo, con su mochila llena de utensilios metálicos, para comercializarlos a pesar de la contingencia.
“Siempre ha habido enfermedades, me acuerdo en el 58, igual nos decían que no saliéramos, en el 90 también, y aquí seguimos, solo hay que cuidarnos”, dice, mientras sonríe.
Sentado y en espera a que un cliente llegue a preguntar por su mercancía narra que tiene 38 nietos.
“Me tocó vivir todas esas enfermedades, y no había medicinas ni doctores como los hay ahora”, continúa mientras hojea las noticias del día.
Comenta que la mejor medicina es trabajar, y comer frutas y verduras, de campo y sembradas por uno mismo. “Y claro, cuidarnos en estos días”
“Si todo lo del campo es bien rico, quelites, hongos, nopales, hay que comer mucha fruta, mucha verdura, mi abuelo vivió 140 años”, refirió.
Don Samuel se sienta en las banquetas a ofrecer sus trastes, y con eso ayuda a su familia, aunque dice que lo mejor es sembrar, frijol, maíz, habas, con eso ya tienen para comer.
Aunque sus hijos se han querido llevar a don Samuel para Estados Unidos, él prefiere quedarse en su tierra y trabajar a diario, como siempre lo ha hecho.