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En el humedal Tecocomulco, poco a poco empiezan a llegar turistas a degustar lo que cocinan en la zona restaurantera ubicada a pie de la laguna, destacan: ancas de rana, carpas y patos. Luego de que ya se abriera la temporada de caza de aves como el bocón, chacuaco, y zarceta, gallareta y tras varios meses de pandemia por Covid-19 que derivó en crisis económica para los expendedores, dijeron entrevistados, paulatinamente comienza a llegar gente de otros estados y países.
“Deben mostrar su licencia de cacería, sus cintillos, sus escopetas, y todo debe estar en regla; no sólo arriban de algunas regiones de Hidalgo y de otras entidades, sino también de Estados Unidos y Canadá a cazar, y algunos se llevan las aves para cocinarlos como lo que ellos dicen caza deportiva, pero la mayoría los traen para que los preparemos”, dijo Margarita Hernández, una de las ocho restauranteras ubicada en esta zona turística de la laguna que comprende mil 769 hectáreas ubicadas en los municipios de Tepeapulco, Apan y Cuautepec.
Además, ellos mismos como vendedores adquieren lo que los llamados “jefes de grupo” que igual tienen todo en orden, cazan y les ofrecen para que los cocinen desde la forma más básica hasta la más exótica.
Será hasta marzo cuando se cierre nuevamente la temporada de caza de pato, explicó Margarita Hernández.
Las especies que están en peligro de extinción y protegida son el pato real, golondrino o boludo, y esos no se cazan ni consumen al igual que el ajolote, esos al igual que las ranas del sitio se preservan.
