La disputa por el control y posesión de la planta cementera La Cruz Azul, en el municipio de Tula, ocasionó que en las primeras horas de ayer se registrara un violento enfrentamiento entre grupos cooperativistas que dejó, hasta el cierre de esta edición, ocho muertos, 12 lesionados (seis por arma de fuego) y nueve detenidos.
Los hechos iniciaron minutos después de las cuatro de la mañana, cuando un grupo de personas, provenientes presuntamente de la Ciudad de México, ingresaron a la planta para intentar apropiarse del control de las actividades.
Incluso -revelaron testigos-, sabotearon la subestación de energía eléctrica, lo que ocasionó que en ese momento (cerca de las 05:10 horas), las instalaciones quedarán en la oscuridad.
Con la explosión de cohetes y el silbato de la cementera, los empleados que en ese momento laboraban en la planta alertaron no sólo a sus compañeros trabajadores, sino a los vecinos del lugar, al igual que a sus familias, quienes habitan en la unidad habitacional Ciudad Cooperativa Cruz Azul, muy cerca del centro laboral.
En la oscuridad, los grupos se tundieron, al tiempo que se incendiaron ocho vehículos y una motocicleta, y otros vehículos sufrieron daños.
Simultáneamente, las sirenas de las patrullas se comenzaron a escuchar, y las torretas aparecieron de diferentes lugares, tanto de corporaciones policiacas de los municipios cercanos, como uniformados de la policía estatal y hasta de la Guardia Nacional.
De igual forma, arribaron al lugar los cuerpos de socorrismo, a bordo de ambulancias de Tula y Tlahuelilpan, donde trasladaron a los heridos.
Vecinos del lugar comentaron que, incluso, para poderse proteger, los trabajadores de la planta atravesaron plataformas de tráiler, con la finalidad de impedir el paso a los supuestos invasores.
Amaneció, poco antes de las 07:00 horas, y a la vista quedó el resultado de la intensa batalla que libraron los grupos cooperativistas.
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Por un lado, cerca de la puerta de acceso tres, cinco o seis cuerpos de hombre inertes, ensangrentados; por otro, cinco vehículos todavía con llamas, generando un intenso humo, y tres motocicletas destruidas; y por el otro, paramédicos de Protección Civil y Cruz Roja, atendiendo a los heridos, y trasladando a los más delicados a los hospitales cercanos.