Muere Don Pedro Arandadíaz Muñoz, Arzobispo Emérito de Tulancingo

“Lo seguiremos queriendo siempre”: Monseñor Don Domingo Díaz

Por Concepción Ocádiz

  · lunes 12 de noviembre de 2018

Gobernó la Diócesis de Tulancingo por más de 32 años. / Foto: Juan Manuel Aguirre

Don Pedro Arandadíaz Muñoz, Arzobispo Emérito de la Arquidiócesis de Tulancingo, falleció, a las 9:45 de este domingo, en su casa, tras sufrir un infarto cerebral.

Fue el Décimo Segundo Obispo Diocesano y Primer Arzobispo Metropolitano; gobernó la Diócesis de Tulancingo por más de 32 años, teniendo un récord dentro del servicio episcopal en toda la historia de la Diócesis.

Nacido en León, Guanajuato, el 29 de junio de 1933, dejó de existir a la edad de 85 años.

“Comunico que Don Pedro falleció a las 9:45. Don Pedro Arandadíaz está en las manos del Padre”, dijo a EL SOL DE TULANCINGO y EL SOL DE HIDALGO, consternado, el Arzobispo Don Domingo Díaz Martínez.

“El Señor Jesús es el camino, nosotros somos los peregrinos; para caminar en paz y con una conciencia tranquila, necesitamos estar seguros de nuestro destino, saber adónde vamos. Don Pedro Arandandíaz nunca se apartó del camino y siempre vivió seguro de su destino. Don Pedro, Arzobispo Emérito, ha llegado a su casa. ¡Descanse en Paz! Lo seguiremos queriendo siempre”, expresó Don Domingo Díaz.

Don Pedro siempre dijo que su formación clerical fue congénita, ya que jamás pensó en dedicarse a nada más; su vida estuvo entregada desde que nació a la Iglesia Católica.

En 1945 estuvo iniciándose en su formación religiosa en Toluca; estuvo en la Escuela Apostólica de los Misioneros del Corazón de María, conocidos como “Padres Claretianos”.

En 1947 decidió no ser misionero, por lo que se fue a León a estudiar en un seminario, y luego emprendió, a sus 16 años, un viaje a Roma.

Cursó dentro del ámbito de Humanidades, Filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana.

Pero igualmente estudió en Alemania y Austria; ahí alcanzó su Doctorado en la materia de Filosofía, pero siguió estudiando para comenzar con Teología.

Para el 28 de octubre de 1956 fue consagrado como sacerdote en Roma; regresó a San Francisco del Rincón, Guanajuato, nombrado párroco de la iglesia en 1973.

El 10 de abril de 1975 recibió mensaje de la Santa Sede. El Papa Paulo VI le envió su nombramiento episcopal para hacerse responsable de la comunidad católica de Tulancingo.

Don Pedro Arandadíaz aceptó pensando que era un llamado que provenía de Dios.

Entonces, desde su iglesia, aún en Guanajuato, envió, dos días más tarde, el 12 de abril de 1975, su primer saludo a los diocesanos. Según el libro “150 años de la Diócesis de Tulancingo”, dice: “Hermanos del Presbiterio y de la Comunidad Cristiana de Tulancingo, con grande gozo aprovecho la ocasión que ahora se me ofrece de dirigirles este primer saludo después de la publicación de mi nombramiento como Obispo de Tulancingo.

“No podemos acabar de entender los designios misteriosos del Señor, pero estoy seguro de que para mí se trata de un llamamiento apremiante de Cristo a que me entregue con una generosidad sin reservas a ustedes y así como Obispo realice en plenitud mi vocación de hombre, de cristiano y de sacerdote.

“Esta vocación en resumen es el amor. Ser un signo e instrumento del amor divino en el mundo en la Iglesia, en el presbiterio, con una finalidad de unión y de servicio.”

Para 2006 la Sede Episcopal de Tulancingo es elevada a categoría de Sede Metropolitana, con todos los derechos y privilegios de las demás sedes, en conformidad con el Código de Derecho Canónico; al mismo tiempo se erige la Nueva Provincia Eclesiástica de Hidalgo.

Y entonces Arandadíaz es nombrado obispo metropolitano.

El 29 de junio de 2007 Don Pedro recibió en la Basílica de San Pedro en Roma, de manos de santidad Benedicto XVI, el Palio que lo constituía como Primer Arzobispo de la Arquidiócesis de Tulancingo.

Después de más de 32 años de servir a la Diócesis, y con solo un año de tener ese nombramiento, presentó al Santo Padre Benedicto su renuncia en cumplimiento de las disposiciones canónicas, derivado de que cumpliría 75 años.

Para el 30 de julio de 2008 fue cuando tomó posesión de su cargo como segundo arzobispo Don Domingo Díaz Martínez.

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