Ante la llegada del día de la Candelaria y aunque los precios en los establecimientos son mayores, feligreses católicos invierten en promedio, 300 pesos para vestir la imagen del niño Dios; entre la vestimenta más vendida está el Ropón, el Ángel y el Niño de Nazaret.
La festividad del 2 de febrero es una de las más importantes en la religión católica, por ello, la ciudadanía acude a los comercios en busca de la ropa del niño Dios, cuyos precios oscilan entre los 60 o 70 pesos hasta los 700, dependiendo del tamaño y la calidad de la tela.
“Todo es depende del tamaño del niño, hay desde el número 10 hasta el 40, obviamente un trajecito sencillo para una imagen pequeña puede salir ya con todo y silla desde 150 pesos, pero uno talla 40 es más caro”, explicó Catalina, una de las vendedoras.
En ese sentido, externó que este año, la población ha gastado alrededor de 300 pesos en la compra de estos artículos: “La mayoría elige trajes económicos, raro es el que se lleva uno arriba de 600 pesos, algunos solo vienen por los aditamentos, la silla o algo que les haga falta para completar el traje”, contó.
Entre la gran diversidad de vestuario, como la denominada Mueve corazones; Espíritu Santo; Rey de Reyes; Ropón de la Humildad; Niño Dios de la Caridad; Ángel de la Virtud; Divino Maestro; la Sagrada Familia y Niño del los Olivos, los más vendidos son los Ropones, los Ángeles, los Niños de Atocha, Nazaret, de las Palomas, entre otros.
Con el paso del tiempo este tipo de vestimenta se ha distorsionado, adoptando modas, por lo que la Arquidiócesis Primada de México, recomendó desde hace días, evitar personajes y santos, en ese sentido, Rocío Jiménez, quien preguntaba precios en las inmediaciones del mercado Benito Juárez en Pachuca, consultaba de manera recurrente estas indicaciones:
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“No quiero equivocarme, si se hace el gasto y se hace con gusto, hay que hacerlo bien, a veces hay algunos trajes más bonitos, llamativos, pero hay que acatarse a lo que digan los expertos y tratar de no salirse del presupuesto”, expresó.
El día de la Candelaria hace alusión a la presentación del niño Jesús por parte de María y José, al templo de Jerusalén, por lo que los creyentes asisten el día 2 de febrero a los recintos religiosos a bendecir sus imágenes.