La demanda de agua potable en el futuro aeropuerto Felipe Ángeles, en el Estado de México, impactará a todo Hidalgo, no solo el sur de esta entidad, ya que se teme desabasto en el manto acuífero de Valle del Mezquital.
Además, incrementará la inseguridad y contaminación derivado del crecimiento poblacional, dijo el integrante de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) Hidalgo, Manuel Canales Pérez.
No detalló cifras de cuántos metros cúbicos de agua podría destinarse hacia el nuevo aeropuerto, localizado en los límites de los municipios de Tecámac y Zumpango, pero afirmó que será una problemática de escasez para Hidalgo.
Ante el panorama Canales Pérez hizo un llamado a toda la sociedad para generar un frente por el cuidado de los recursos naturales. “Lamentablemente, cada grupo lucha por un color pero no se exige de forma imparcial”.
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“Más allá del reclamo, tenemos que articular diferentes voces, Hidalgo decían que tendría desarrollo con potencia pero ha traído más males que beneficios. Es sumar todos a un tema de exigencias y propuestas”, señaló.
Precisó que por el momento no hay acercamiento con la actual bancada de diputados federales para analizar las medidas que en un futuro será un problema para los hidalguenses. “Sabemos que solo obedecen al presidente de la República y se hace lo que él diga. Lamentablemente, no hay acciones”.
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El pasado 13 de marzo en reunión con integrantes de la Comisión de Comunidades y Pueblos indígenas del ayuntamiento de Tula de Allende y representantes de doce localidades originarias de Tecámac, Estado de México, Arturo Hernández Buendía, uno de los representantes, dijo que hay sobredemanda de agua potable.
Aseguró que tan solo en la etapa de edificación del aeropuerto se consumieron 23.5 millones de metros cúbicos, situación alarmante porque los mantos acuíferos del centro del país sufren un déficit de 106 millones de metros cúbicos anuales de agua.
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