Han pasado 14 años y la escultura de Miguel Hidalgo, a la que le fue arrancado un brazo que sostenía una antorcha, no se ha reparado; para cubrir la falta, le fue instalado un guante y una madera colocada con un clavo, pintados de dorado.
Vecinos se quejaron, pero, ante la apatía de las autoridades, dejaron el caso por cerrado y la escultura sigue con el mismo aspecto que hace más de una década.
El acto de vandalismo fue perpetrado una noche de 2005, cuando, en una camioneta, jóvenes encadenaron un lazo a la extremidad de la escultura con la intención de arrancarla, pero solo trozaron el brazo y la antorcha de la figura de Miguel Hidalgo, el cual quedaría mutilado.
Según testimonios de habitantes del municipio, ya habían sido dos ocasiones anteriores en que lograron tirar la estatua, pero la habían dejado en el lugar y autoridades la volvían a colocar.