Vivir un atraco es algo que puede resultar bastante común para muchas personas, más aún si viven en algún país de latinoamérica. Tal es el caso de esta joven que fue asaltada por un grupo de ladrones en sus tiempos de estudiante, pero la historia no acaba ahí pues diez años después se reencontró con uno de ellos.
Según compartió Lupita Villalobos Beltrán a través de su cuenta de TikTok, la peculiar anécdota tuvo lugar hace diez años cuando ella cursaba la preparatoria en la ciudad de Hermosillo, Sonora.
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Lupita y sus amigos acudieron al cerro de 'La Campana' para hacer un trabajo escolar, pero a mitad de la subida se vieron sorprendidos al ser rodeados por unos sujetos que salieron de la nada, y con toda la intención de quitarles sus pertenencias de valor.
La joven cuenta que sacó todo el dinero que tenía para dárselo a uno de los asaltantes, pero que cuando este le pidió el bolso ella se negó ya que este era nuevo y ¿de qué podría servirle un bolso de mujer a un ladrón?
Mientras forcejeaba con el delincuente, Lupita no pudo evitar notar que la piel de su atacante estaba muy reseca así como la presencia de una cicatriz de buen tamaño entre sus dedos pulgar e índice.
Por si fuera poco, al salir del peligro la adolescente se dio cuenta de que no podía bajar del cerro por su cuenta y no tuvo de otra más que pedir la ayuda del asaltante “¡Oye! Si ya me asaltaste y todo, mínimo ayúdame a bajar porque estoy muy nerviosa”.
En una segunda parte del clip, Lupita cuenta que se encontraba realizando sus compras en el supermercado cuando notó algo muy peculiar en el cajero que la estaba atendiendo, una cicatriz que no podía ser otra que la de la persona que la asaltó diez años atrás.
“De casualidad ¿tú antes no asaltabas en el cerro de La Campana?”, le preguntó Lupita al cajero de manera directa.
El joven de nombre Alejandro reaccionó sorprendido. Después de que Lupita le contara la anécdota él logró reconocerla y hasta le confesó que a causa de ayudarla a bajar fue golpeado por los otros asaltantes como castigo.
Del mismo modo, Alejandro le contó que había estado en la cárcel durante un tiempo, y que al salir decidió enderezar su vida, que ahora es padre de una niña y que tiene más de tres años laborando de cajero.
Lupita compartió que le dio gusto ver que Alejandro ha dejado la delincuencia en el pasado y que ahora es una persona de bien.
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“Yo lo vi como un amigo que no veía hace muchísimo tiempo, pero realmente era un delincuente que se reivindicó. Qué bueno”, finalizó.
Publicado originalmente en Tribuna de San Luis