/ jueves 6 de febrero de 2020

Trump, ¿Verdades o mentiras?

El país más poderoso del mundo y el hombre a su cargo uno de los más influyentes y cuyas decisiones impactan a nuestro país, Donald Trump nos guste o no es una voz que hay que escuchar con atención.

Recordemos que actualmente esta vigente el juicio político contra el mandatario estadounidense, acusado de abuso de poder por presionar a Ucrania para que anunciase una investigación contra Joe Biden, precandidato demócrata presidenciable, y Hunter Biden, su hijo, por negocios en el país. Se enfrentará a un Senado dividido y a sus preguntas en la última fase del juicio.

Por ello el discurso pronunciado el cuatro de febrero frente al Congreso era una oportunidad única de ganarse la opinión pública, ¿Qué dijo? antes de resumir los puntos relevantes hay que decir que su expresión corporal dio un mensaje claro: intolerancia a la oposición, dejó con la mano estirada a la líder de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, luego ella rompió la copia del discurso de Trump.

Resaltó ciertos logros de los cuales han sido cuestionados por la oposición: “hemos creado 2.4 millones de nuevos empleos”, “promulgamos la mayor reforma de impuestos y los mayores recortes tributarios en la historia”, “ Rechazamos el núcleo del desastroso Obamacare”, “Muchas compañías automotrices ahora están construyendo y expandiendo plantas en Estados Unidos. Chrysler está mudando una planta importante de México a Michigan…”.

Planes de acción: reducir el precio de los medicamentos, prohibir el aborto tardío de los bebés, proyecto de ley que genere al menos 1.5 billones de dólares infraestructura, modernizar y reconstruir el arsenal nuclear, aprobación de leyes para ayudar a garantizar que la ayuda al extranjero siempre sirva a los intereses estadounidenses.

Relaciones exteriores: Mencionó las severas sanciones a “las dictaduras comunistas y socialistas” en Cuba y Venezuela (invitó a Juan Guaidó), puntualizó que el peor régimen es la dictadura de Corea del Norte, reconocimiento a Jerusalén como la capital de Israel y dijo “me enorgullece informar que la coalición para derrotar a ISIS ha liberado casi el 100% del territorio que una vez tuvieron estos asesinos en Iraq y Siria”.

Tema de inmigración: se expuso un plan de cuatro pilares: dar la ciudadanía a 1.8 millones de inmigrantes ilegales que fueron traídos por sus padres a una edad temprana (casi tres veces más que la administración anterior), bajo requisitos de educación, trabajo y buen carácter moral.

El segundo pilar es asegurar completamente la frontera (construcción de un muro, más policías fronterizas, cierra “lagunas en las leyes”). El tercer pilar “un sistema de inmigración basado en el mérito”. El último pilar “protege a la familia, al ponerle fin a la migración en cadena”. Limitar los patrocinios a los cónyuges e hijos menores de edad.

Observamos que sus tesis continúan siendo las mismas colocando al inmigrante como la causa de los problemas pues según él, compiten por los trabajos con los estadounidenses pobres, los culpó también de la inseguridad y de actos violentos. La pregunta que surge es si lo estadounidenses continúan apoyando dichas afirmaciones y la respuesta que dará nuestro Gobierno.

El país más poderoso del mundo y el hombre a su cargo uno de los más influyentes y cuyas decisiones impactan a nuestro país, Donald Trump nos guste o no es una voz que hay que escuchar con atención.

Recordemos que actualmente esta vigente el juicio político contra el mandatario estadounidense, acusado de abuso de poder por presionar a Ucrania para que anunciase una investigación contra Joe Biden, precandidato demócrata presidenciable, y Hunter Biden, su hijo, por negocios en el país. Se enfrentará a un Senado dividido y a sus preguntas en la última fase del juicio.

Por ello el discurso pronunciado el cuatro de febrero frente al Congreso era una oportunidad única de ganarse la opinión pública, ¿Qué dijo? antes de resumir los puntos relevantes hay que decir que su expresión corporal dio un mensaje claro: intolerancia a la oposición, dejó con la mano estirada a la líder de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, luego ella rompió la copia del discurso de Trump.

Resaltó ciertos logros de los cuales han sido cuestionados por la oposición: “hemos creado 2.4 millones de nuevos empleos”, “promulgamos la mayor reforma de impuestos y los mayores recortes tributarios en la historia”, “ Rechazamos el núcleo del desastroso Obamacare”, “Muchas compañías automotrices ahora están construyendo y expandiendo plantas en Estados Unidos. Chrysler está mudando una planta importante de México a Michigan…”.

Planes de acción: reducir el precio de los medicamentos, prohibir el aborto tardío de los bebés, proyecto de ley que genere al menos 1.5 billones de dólares infraestructura, modernizar y reconstruir el arsenal nuclear, aprobación de leyes para ayudar a garantizar que la ayuda al extranjero siempre sirva a los intereses estadounidenses.

Relaciones exteriores: Mencionó las severas sanciones a “las dictaduras comunistas y socialistas” en Cuba y Venezuela (invitó a Juan Guaidó), puntualizó que el peor régimen es la dictadura de Corea del Norte, reconocimiento a Jerusalén como la capital de Israel y dijo “me enorgullece informar que la coalición para derrotar a ISIS ha liberado casi el 100% del territorio que una vez tuvieron estos asesinos en Iraq y Siria”.

Tema de inmigración: se expuso un plan de cuatro pilares: dar la ciudadanía a 1.8 millones de inmigrantes ilegales que fueron traídos por sus padres a una edad temprana (casi tres veces más que la administración anterior), bajo requisitos de educación, trabajo y buen carácter moral.

El segundo pilar es asegurar completamente la frontera (construcción de un muro, más policías fronterizas, cierra “lagunas en las leyes”). El tercer pilar “un sistema de inmigración basado en el mérito”. El último pilar “protege a la familia, al ponerle fin a la migración en cadena”. Limitar los patrocinios a los cónyuges e hijos menores de edad.

Observamos que sus tesis continúan siendo las mismas colocando al inmigrante como la causa de los problemas pues según él, compiten por los trabajos con los estadounidenses pobres, los culpó también de la inseguridad y de actos violentos. La pregunta que surge es si lo estadounidenses continúan apoyando dichas afirmaciones y la respuesta que dará nuestro Gobierno.