/ jueves 17 de diciembre de 2020

Teletrabajo

PODER Y FINANZAS


La semana pasada hablamos acerca del teletrabajo, el cual es explicado por Julio Téllez (UNAM) como una forma de trabajo a distancia mediante el uso de telecomunicaciones, el autor menciona los requisitos indispensables para ser teletrabajador:

Ser sumamente independiente y responsable, disponer de una computadora y acceso a internet, comprometerse a hacer una nueva carrera profesional, estar dispuesto a tener entrenamiento, deseos de progresar y ocupar niveles superiores dentro de la organización.

¿Todos contamos con los requisitos? La pandemia reveló las diferencias por ingresos de las familias, la educación y el trabajo a distancia dio a notar que no todos gozan de los espacios, el hardware y software necesario y el perfil profesional para enfrentar “la nueva realidad”.

Quiero retomar algunos datos, según la Encuesta regional 2020¿Cómo se transformó el ámbito laboral y familiar?, encabezada por la IAE Business School: Durante la pandemia el 68% (antes el 34%) de los mexicanos tienen esquemas de home-office a tiempo completo además según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, sólo el 20% de las empresas están preparadas para el trabajo vía remota.

Mientras que las grandes empresas ya contaban con ventas por internet o un área para soporte de tecnología, lo cierto es que en el caso de las medianas, pequeñas y micro empresas, la gran mayoría no contaba con una experiencia previa para trabajar a distancia.

Además no todos los giros pudieron integrarse eficazmente al teletrabajo, por ejemplo la industria maquilera, que debido a su propia naturaleza tuvieron que parar operaciones, al otro extremo, servicios por internet, ya operaban a distancia.

Pero las bajas ventas y el paro económico afectó a todos los sectores por igual, alrededor de un 40 al 50% en detrimento de sus ingresos, entonces, frente a este panorama complejo se propuso regular el teletrabajo, mediante un proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 311 y adiciona el capítulo XII Bis de la Ley Federal del Trabajo.

Obliga al patrón proporcionar la capacitación y las herramientas necesarias además de respetar el horario laboral y las prestaciones de ley; por su parte el trabajador debe cuidar lo proporcionado, cumplir con los objetivos empresariales y las reglas establecidas.

¿Cómo afectará? Estamos viviendo un momento crítico donde las empresas están cerrando, otras apenas sobreviviendo, si se aplica la ley deberán comprar equipo como sillas y escritorios para sus trabajadores lo cual presionará aún más sus finanzas, pero por otro lado, los empleados serán apoyados para el pago proporcional de internet y los recursos antes mencionados.

Considero que los empleados tienen que ser responsables y sólo solicitar lo que realmente les es necesario. Las empresas deben priorizar la capacitación pues de ello depende su eficiencia e invertir en recursos tecnológicos enfocadas a potencializar las ventas. Sólo hay una salida, apoyarnos y actuar con inteligencia para enfrentar esta crisis.

PODER Y FINANZAS


La semana pasada hablamos acerca del teletrabajo, el cual es explicado por Julio Téllez (UNAM) como una forma de trabajo a distancia mediante el uso de telecomunicaciones, el autor menciona los requisitos indispensables para ser teletrabajador:

Ser sumamente independiente y responsable, disponer de una computadora y acceso a internet, comprometerse a hacer una nueva carrera profesional, estar dispuesto a tener entrenamiento, deseos de progresar y ocupar niveles superiores dentro de la organización.

¿Todos contamos con los requisitos? La pandemia reveló las diferencias por ingresos de las familias, la educación y el trabajo a distancia dio a notar que no todos gozan de los espacios, el hardware y software necesario y el perfil profesional para enfrentar “la nueva realidad”.

Quiero retomar algunos datos, según la Encuesta regional 2020¿Cómo se transformó el ámbito laboral y familiar?, encabezada por la IAE Business School: Durante la pandemia el 68% (antes el 34%) de los mexicanos tienen esquemas de home-office a tiempo completo además según la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, sólo el 20% de las empresas están preparadas para el trabajo vía remota.

Mientras que las grandes empresas ya contaban con ventas por internet o un área para soporte de tecnología, lo cierto es que en el caso de las medianas, pequeñas y micro empresas, la gran mayoría no contaba con una experiencia previa para trabajar a distancia.

Además no todos los giros pudieron integrarse eficazmente al teletrabajo, por ejemplo la industria maquilera, que debido a su propia naturaleza tuvieron que parar operaciones, al otro extremo, servicios por internet, ya operaban a distancia.

Pero las bajas ventas y el paro económico afectó a todos los sectores por igual, alrededor de un 40 al 50% en detrimento de sus ingresos, entonces, frente a este panorama complejo se propuso regular el teletrabajo, mediante un proyecto de decreto por el que se reforma el artículo 311 y adiciona el capítulo XII Bis de la Ley Federal del Trabajo.

Obliga al patrón proporcionar la capacitación y las herramientas necesarias además de respetar el horario laboral y las prestaciones de ley; por su parte el trabajador debe cuidar lo proporcionado, cumplir con los objetivos empresariales y las reglas establecidas.

¿Cómo afectará? Estamos viviendo un momento crítico donde las empresas están cerrando, otras apenas sobreviviendo, si se aplica la ley deberán comprar equipo como sillas y escritorios para sus trabajadores lo cual presionará aún más sus finanzas, pero por otro lado, los empleados serán apoyados para el pago proporcional de internet y los recursos antes mencionados.

Considero que los empleados tienen que ser responsables y sólo solicitar lo que realmente les es necesario. Las empresas deben priorizar la capacitación pues de ello depende su eficiencia e invertir en recursos tecnológicos enfocadas a potencializar las ventas. Sólo hay una salida, apoyarnos y actuar con inteligencia para enfrentar esta crisis.