/ domingo 12 de septiembre de 2021

Se necesitan hechos, no promesas…

Hidalgo vive uno de los momentos más complicados del año: las lluvias, deslaves e inundaciones han hecho que sus habitantes pierdan el patrimonio de muchos años y en casos más lamentables a alguno de los integrantes de la familia. Sin embargo, los desastres naturales no son la raíz del problema, sino el detonante.

Quienes realmente han puesto a nuestros paisanos en esta situación son el descuido, la falta de planeación, poca estructura y el desinterés. No podemos seguir viviendo en el abandono, ante la apatía de autoridades que nos dejan sin un plan de respaldo frente a los desastres naturales. De un momento a otro, negocios y hogares desaparecieron ante la mirada de nuestra gente que no sabe cuándo llegará el apoyo.

Ante estas situaciones se necesitan certeza y hechos, de poco sirve decir que los apoyos llegarán si no sabemos cuándo y cómo. Nuestra gente no puede esperar a papeleos e improvisaciones. Como sociedad nos identifica la solidaridad, ser un pueblo que sabe tenderse la mano y apoyar a quien lo necesita; y eso es lo que nos queda: asumir por propia cuenta la responsabilidad de las autoridades y organizarnos para que los apoyos lleguen a donde se requieren con urgencia, para hacerles saber que ¡no están solos! Ante la falta de respuestas y estrategias no dejaremos de alzar la voz, de pedir soluciones para las víctimas y prevención para las situaciones de riesgo. ¡Necesitamos garantías de que las familias podrán salir adelante!

Hidalgo vive uno de los momentos más complicados del año: las lluvias, deslaves e inundaciones han hecho que sus habitantes pierdan el patrimonio de muchos años y en casos más lamentables a alguno de los integrantes de la familia. Sin embargo, los desastres naturales no son la raíz del problema, sino el detonante.

Quienes realmente han puesto a nuestros paisanos en esta situación son el descuido, la falta de planeación, poca estructura y el desinterés. No podemos seguir viviendo en el abandono, ante la apatía de autoridades que nos dejan sin un plan de respaldo frente a los desastres naturales. De un momento a otro, negocios y hogares desaparecieron ante la mirada de nuestra gente que no sabe cuándo llegará el apoyo.

Ante estas situaciones se necesitan certeza y hechos, de poco sirve decir que los apoyos llegarán si no sabemos cuándo y cómo. Nuestra gente no puede esperar a papeleos e improvisaciones. Como sociedad nos identifica la solidaridad, ser un pueblo que sabe tenderse la mano y apoyar a quien lo necesita; y eso es lo que nos queda: asumir por propia cuenta la responsabilidad de las autoridades y organizarnos para que los apoyos lleguen a donde se requieren con urgencia, para hacerles saber que ¡no están solos! Ante la falta de respuestas y estrategias no dejaremos de alzar la voz, de pedir soluciones para las víctimas y prevención para las situaciones de riesgo. ¡Necesitamos garantías de que las familias podrán salir adelante!

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