/ domingo 19 de agosto de 2018

San Agustín y las escrituras

Pachuca, Hidalgo.- Uno de los filósofos más insignes que hadado la humanidad es el conocido como San Agustín de Hipona, quefue un verdadero analista de la Sagrada Escritura. Quiero compartircon ustedes algunas reflexiones de este doctor de la Iglesia sobreeste tema. El espacio del que disponemos no nos permite extendernosmucho. Hace unos años realicé un estudio muy ligero sobre SanAgustín y las Escrituras, y estas líneas son parte de él: Diceel Santo que la Palabra es Medicina y esto es muy interesante,sobre todo para los enfermos: “Toda enfermedad del alma tiene enla Sagrada Escritura su propia medicina, Es el Señor el que hapreparado la medicina en la Escritura y cada uno puede ir acurarse, Nuestro Dios y Señor, curando y sanando cualquier clasede enfermedad del alma, presentó muchos medicamentos a través delas Santas Escrituras. Al leer las lecturas divinas, eran comosacadas del botiquín” “La Escritura no cesa de intimarnos que,despreciando las cosas temporales, amemos las eternas. Cada páginanos lo advierte, a veces manifiestamente, otras veces de formaoscura y misteriosa, pero nadie se sienta defraudado al ver que lapágina divina habla de forma oscura. Donde se te presentamanifiesta la voluntad de Dios, es decir, donde está clara,ámala. Ámala cuando te amonesta claramente. Pero es igual cuandose te manifiesta claramente que cuando se presenta de forma oscura.La misma es cuando está al sol que cuando está a la sombra. Hasde seguirla tal cual la encuentras escrita. Constituyó como montesde Israel a los autores de las Escrituras divinas. Apacentaos allípara hacerlo con seguridad. Cuanto oigáis que procede de allídeleite vuestro gusto; rechazad cuanto es extraño. No osextraviéis en la niebla, oíd la voz del pastor. Reuníos en losmontes de la Sagrada Escritura. Allí se encuentran las delicias devuestro corazón; nada hay venenoso, nada extraño; hay pastosubérrimos. Vosotras venid sanas, apacentaos sanas en los montes deIsrael” También la Escritura es para San Agustín bebidarefrescante: “El Evangelio es vida, y la impiedad o infidelidades la muerte del alma. Son los muertos que resucita la palabra deDios para que vivan en fe. La infidelidad teníalos muertos, lapalabra de Dios los alza del sepulcro. Pero ahora, para nodesfallecer en el desierto, nos sostiene el rocío de la palabra deDios y no permite que nos sequemos por completo a fin de que notengamos nueva aspiración de lo nuestro, sino que de tal modosintamos sed, que bebamos. Mas para beber, ahora somos rociados poralguna gracia suya; sin embargo, sentimos sed. El Señor mismodifundió por todo el mundo su Evangelio para que todos, cada unosegún su capacidad, bebiesen de él.” Así de muchos temasopinó este filósofo cristiano sobre el libro sagrado. Hay muchascosas más que podríamos ver sobre el tema, lo haremos en otraocasión.

Pachuca, Hidalgo.- Uno de los filósofos más insignes que hadado la humanidad es el conocido como San Agustín de Hipona, quefue un verdadero analista de la Sagrada Escritura. Quiero compartircon ustedes algunas reflexiones de este doctor de la Iglesia sobreeste tema. El espacio del que disponemos no nos permite extendernosmucho. Hace unos años realicé un estudio muy ligero sobre SanAgustín y las Escrituras, y estas líneas son parte de él: Diceel Santo que la Palabra es Medicina y esto es muy interesante,sobre todo para los enfermos: “Toda enfermedad del alma tiene enla Sagrada Escritura su propia medicina, Es el Señor el que hapreparado la medicina en la Escritura y cada uno puede ir acurarse, Nuestro Dios y Señor, curando y sanando cualquier clasede enfermedad del alma, presentó muchos medicamentos a través delas Santas Escrituras. Al leer las lecturas divinas, eran comosacadas del botiquín” “La Escritura no cesa de intimarnos que,despreciando las cosas temporales, amemos las eternas. Cada páginanos lo advierte, a veces manifiestamente, otras veces de formaoscura y misteriosa, pero nadie se sienta defraudado al ver que lapágina divina habla de forma oscura. Donde se te presentamanifiesta la voluntad de Dios, es decir, donde está clara,ámala. Ámala cuando te amonesta claramente. Pero es igual cuandose te manifiesta claramente que cuando se presenta de forma oscura.La misma es cuando está al sol que cuando está a la sombra. Hasde seguirla tal cual la encuentras escrita. Constituyó como montesde Israel a los autores de las Escrituras divinas. Apacentaos allípara hacerlo con seguridad. Cuanto oigáis que procede de allídeleite vuestro gusto; rechazad cuanto es extraño. No osextraviéis en la niebla, oíd la voz del pastor. Reuníos en losmontes de la Sagrada Escritura. Allí se encuentran las delicias devuestro corazón; nada hay venenoso, nada extraño; hay pastosubérrimos. Vosotras venid sanas, apacentaos sanas en los montes deIsrael” También la Escritura es para San Agustín bebidarefrescante: “El Evangelio es vida, y la impiedad o infidelidades la muerte del alma. Son los muertos que resucita la palabra deDios para que vivan en fe. La infidelidad teníalos muertos, lapalabra de Dios los alza del sepulcro. Pero ahora, para nodesfallecer en el desierto, nos sostiene el rocío de la palabra deDios y no permite que nos sequemos por completo a fin de que notengamos nueva aspiración de lo nuestro, sino que de tal modosintamos sed, que bebamos. Mas para beber, ahora somos rociados poralguna gracia suya; sin embargo, sentimos sed. El Señor mismodifundió por todo el mundo su Evangelio para que todos, cada unosegún su capacidad, bebiesen de él.” Así de muchos temasopinó este filósofo cristiano sobre el libro sagrado. Hay muchascosas más que podríamos ver sobre el tema, lo haremos en otraocasión.