Héctor Chávez Ruiz
Hemos arrancado un nuevo proceso electoral en la entidad, en el cual la ciudadanía tendrá la posibilidad de elegir a sus autoridades municipales para los siguientes cuatro años, estarán en juego para su designación más de mil cargos entre presidentes municipales, síndicos y regidores.
En este contexto, los partidos políticos tenemos un gran reto por delante, ante una sociedad más informada, participativa y sobre todo deseosa de castigar a la clase política tradicional, surge la necesidad en los partidos políticos de tener la capacidad para presentar una oferta adecuada a los nuevos tiempos, mostrar candidaturas frescas que cuenten con el mayor respaldo y tengan un amplio arraigo en la ciudadanía, debemos despojarnos de intereses particulares o de grupo e incluso de los intereses partidarios para darle paso al empoderamiento de la ciudadanía, debemos reivindicarnos como entes de interés público para servir verdaderamente para aquello para lo que fuimos creados, ser el instrumento para que la ciudadanía pueda acceder al poder y a la toma de decisiones.
Este proceso es una nueva oportunidad para seguir contribuyendo a la vida democrática de nuestro estado, para poder fortalecer el sistema de partidos, para cerrarle la puerta a viejas prácticas que en nada ayudan en los procesos electorales, este proceso junto con el de Coahuila serán los únicos que se realizaran este año, por lo que los ojos del país estarán sobre nosotros, los hidalguenses estamos obligados por tanto a llevar a cabo un proceso ejemplar, donde no sea el manejo y condicionamiento de programas o recursos públicos los que orienten el sentido del voto del ciudadano y no sea la utilización de maquinarias gubernamentales las que determinen el resultado de la elección, necesitamos reivindicar la política como un ejercicio sano de competencia, competencia que se debe librar en el terreno de las ideas y no en el de las descalificaciones; y que las propuestas, los candidatos y el convencimiento, sean los únicos elementos que influyan en el resultado de las próximas elecciones.
Los partidos políticos estamos obligados a procesar candidaturas no solo que nos ayuden a competir o ganar una elección, hoy debemos dotar a la ciudadanía de certeza de que las autoridades emanadas desde nuestro instituto político se conducirán de una manera honesta, recta, transparente, con mucha cercanía con sus representados y que se implementaran gobiernos que velen por los que menos tienen, que implante un cambio radicalmente en el modelo político y económico de los municipios para que desde ahí comience el verdadero cambio que requiere nuestro país, que no sean falsos discursos de crecimiento y prosperidad sino que se materialice en la realidad.
A la ciudadanía le corresponde exigir una nueva generación de políticos que se indignen ante las injusticias que se cometen desde el poder, que no se conforme al destino de pobreza y marginalidad a la que algunos malos gobiernos nos han condenado, una clase política que luche de la mano con las comunidades y los pueblos para cambiar y mejorar sus condiciones de vida, una clase política sensible, clara, honesta, una clase política más ciudadana y menos política.
En este nuevo proceso y ante el inminente relevo generacional que ya está presente en el PRD, le apostaremos a nuevas formas, a nuevas prácticas y a nuevos rostros, le apostamos a la revolución de conciencias, de pensamientos y de actitudes, a una revolución pacífica, que permita contar con un instrumento político-electoral de y para los ciudadanos, que no sucumba en la obtención de una sociedad igualitaria, con paz y justicia social.